Jesé y Benzema marcan la enorme diferencia
El delantero canario y el francés sentencian a un decepcionante Getafe en menos de media hora y permiten al Madrid relajarse
MADRID Actualizado: GuardarEl descaro y talento del genial Jesé y el oportunismo del irregular Benzema en un contraataque sentenciaron al Getafe en menos de media hora, para permitir al Real Madrid relajarse tras el descanso. Frente a un enemigo menor, ni siquiera la apatía de los blancos en la segunda parte puso en peligro una victoria labrada a base de efectividad ofensiva y consistencia defensiva. A falta de Cristiano Ronaldo, que cumplió su segundo partido de sanción, más que bueno es Jesé, autor del golazo que abrió el camino de un plácido triunfo contra un Getafe sin agresividad ni fe que desde el principio del partido fue a remolque como consecuencia del atrevimiento, calidad y pegada del canterano canario. Sin esfuerzo, prácticamente andando en el segundo tiempo y dejándose dominar por un Getafe que igualó su peor racha ya con nueve derrotas consecutivas, Modric, otro gran artífice del progreso blanco, incluso marcó el tercero desde fuera del área.
Ante tantísima diferencia, enorme entre el equipo blanco y el azulón, no fue preciso que el Madrid brillase para golear. Quien sí deslumbró de nuevo fue Jesé, que está taponado por Cristiano y Bale en ambas bandas pero no deja de crecer y se está ganando el puesto del galés en la derecha del tridente de ataque. Mientras tanto, aprovecha la ausencia del crack portugués en la que no es la suya, la izquierda, pero desde la que continúa elevándose a pasos agigantados en un equipo cada vez más sólido en la Liga que apenas encuentra oposición. En este campeonato al Madrid le basta con muy poco para sumar de tres en tres y mantenerse colíder.
Contra el débil Getafe, que cuando intentaba meterse en el encuentro al filo de la media hora se llevó el segundo, el Madrid llegó poco a la portería local y tuvo puntuales jugadas de mérito, pero cada vez que se acercó creó peligro. Es lo que tiene un equipo como el de Carlo Ancelotti, que cuando decide apretar el acelerador e irse a por los goles, dispone de tantos recursos arriba que es complicado que no marque al menos un par de ellos. Incluso sin Cristiano, a quien el Madrid no echó en falta ni frente al Villarreal ni ante el Getafe porque su sustituto volvió a cumplir, Benzema dio otro zarpazo, y con Modric, Xabi Alonso y Di María en el medio campo se mostró otra vez convincente en la contención, con chispazos determinantes del croata y del argentino, recuperado gracias a un sistema que tardó mucho en encontrar Ancelotti pero que ahora ya es irrenunciable.
A la espera de compromisos de mayor enjundia y dificultad en Europa, a excepción de su empate en San Mamés, el Real Madrid continúa con un cómoda trayectoria en la Liga, manteniéndose de lleno en la pelea con partidos discretos, como el del Coliseum Alfonso Pérez, pero suficientes para acabar pronto con el rival y no sufrir. Ni siquiera la siesta que se echó tras el descanso dio algún atisbo de esperanza al Getafe , que como suele ocurrir con la mayoría de equipos de la competición, se estrellan cuando se acercan a la portería de los grandes. Le ocurrió un par de veces a Colunga y fracasó. También le ocurrió a Bale, que tras cumplir con goles y asistencias en anteriores jornadas aun sin entrar apenas en juego, estuvo decepcionante y perdonó un gol casi cantado, al rematar fatal con la zurda tras una contra cinco minutos después del gol de Benzema.
Fue precisamente el contragolpe el arma al que recurrió el Real Madrid poco después de despejar el camino del triunfo. Con la tranquilidad de un gol tan tempranero, los blancos se echaron atrás para matar a la contra y así llegó el segundo, con una veloz asociación entre Jesé, Di María y Benzema. Así se permitió no desgastarse y le valió con su orden y sacrificio defensivo para no pasar ningún apuro contra un Getafe en caída libre que nada tiene que ver con el que antes plantaba cara a los blancos en su estadio. Ancelotti se encargó después de dar descanso a dos de los goleadores y conceder una nueva oportunidad a Isco, que en el 4-3-3 del italiano no tiene cabida y, tras ser resolutivo en el arranque de temporada, se ha visto frenado y ahora ya sólo juega, el escaso tiempo del que dispone, de 'falso 9'. Sin embargo, por ahora el Madrid no le necesita. Le basta con su eficacia y equilibrio.