Juegos Olímpicos de Sochi

Fenninger, la 'novia de Austria', gana el supergigante de las caídas

Carolina Ruiz sólo pasó tres puertas antes de irse al suelo: «Ha sido un fallo mío; me he inclinado demasiado y esta pista no perdona»

SOCHI Actualizado: Guardar
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La austríaca Anna Fenninger conquistó este sábado su primera medalla olímpica al ganar el supergigante de los Juegos de Sochi 2014, en una prueba en la que sólo terminaron 31 de las 50 inscritas, con muchos caídas y salidas de pista debido a la que la nieve estaba muy blanda en la estación de Rosa Khutor. La española Carolina Ruiz, que se salió de pista en el descenso del miércoles, volvió a caerse en el supergigante, despidiéndose de Sochi sin haber podido finalizar ninguna de sus dos carreras.

La esquiadora granadina sólo pudo superar tres puertas antes de irse al suelo. «Me he inclinado demasiado, me he tocado la bota, y enseguida me he caído. Es algo que suele pasar mucho cuando hay mucha pendiente y la nieve está así. Está bien, está dura, pero en las primeras puertas tienes que esquiar bien», reconoció Carolina Ruiz después de su frustrante actuación. De las 11 primeras tan sólo tres consiguieron cruzar la meta de un supergigante técnico y con la nieve que se fue transformando poco a poco por las altas temperaturas. La española no buscó excusas con el trazado o la nieve: «No tengo nada que reprochar al trazado. Me gustaba mucho, y la pista también. Lo de arriba ha sido un fallo técnico mío, que me he inclinado demasiado y esta pista no perdona».

La nueva campeona olímpica de supergigante, de 24 años, se impuso con un tiempo de 1 minuto, 25 segundos y 52 centésimas, mientras que la plata fue para la alemana Maria Hoefl-Riesch, ganadora del oro en Sochi en supercombinada (1:26.07), y el bronce se lo llevó otra austríaca, Nicole Hosp (1:26.18). El calor primaveral reinante estos días en Sochi hizo que la nieve se ablandara y muchas participantes perdieran el equilibrio, entre ellas la suiza Dominique Gisin, oro en el descenso de Sochi.

En un recorrido diseñado por su entrenador, como decidió el sorteo, que provocó muchos abandonos, entre ellas siete de las primeras diez esquiadoras en lanzarse, Fenninger hizo valer sus cualidades de especialista de gigante. «Tengo que dar las gracias a mi entrenador, que colocó un trazado muy táctico. No puedo describir mis emociones. Estoy asombrada. No pensaba que fuera tan bien cuando iba bajando», dijo Fenninger.

Del 16º puesto a campeona

Fenninger une su oro olímpico a un título mundial en la combinada en 2011 y un tercer puesto en eslalon gigante en 2013, además de cinco triunfos en pruebas de la Copa del Mundo. En su anterior participación olímpica, en Vancouver 2010, su mejor posición fue un decimosexto puesto en supergigante y en combinada. Apodada, la 'novia de Austria' por su belleza, Fenninger sacó partido a su técnica, cuando muchas veces los supergigantes se asemejan más a un descenso, una disciplina en la que la campeona tuvo una caída al principio de los Juegos de Sochi.

«Mi final de recorrido no fue tan bueno como el inicio. Hacia la mitad se podía ir muy rápido. Cuando terminé no me di mucha cuenta de si podía ganar, ya que quedaba mucha gente por partir (salió en el puesto 18)», indicó la ganadora. «Maria (Hoefl-Riesch) fue más rápida, pero cometió un fallo al final que le costó probablemente la medalla de oro», añadió.

Höefl-Riesch, que había decepcionado en el descenso (13ª), tras haber conservado su título de la supercombinada el lunes, rozó la catástrofe cuando un empleado de pista recolocaba una puerta en el momento en que descendía a toda velocidad. Hosp, lesionada en los Juegos Olímpicos de Vancouver, ganó una segunda medalla en Sochi, tras la plata en la supercombinada.

La eslovena Tina Maze, oro en descenso, compartido con la suiza Dominique Gisin, se hizo con la quinta plaza, pero la carrera fue más cruel con la joven suiza Lara Gut, cuarta a siete centésimas de Hosp.