El horrible Flappy Bird, un juego adictivo, frustrante y muy rentable
Una sencilla y pésima aplicacion móvil hecha en tres dias se convierte en una moda que genera 35.000 euros a su creador al dia
MADRID Actualizado: Guardar72 horas. Tres jornadas. Ese el tiempo que tardó en modelar el creador de Flappy Bird este singular juego para móviles, que se ha convertido en un auténtico 'boom' al otro lado del Atlántico, donde en unos días se ha colado entre lo más popular de Android e iOS. El tiempo invertido se nota en cada detalle de la aplicación. Las tuberías, hablando en lenguaje llano, huelen a 'copia pega' y recuerdan sospechosamente a las arcaicas y primitivas versiones de Super Mario Bros, cuando el fontanero más conocido del mundo se pasó al color.
La dinámica es sencilla. Con un golpe a la pantalla, el pajarito aletea. Si no se hace nada, el animalito pierde sus habilidades y se estampa contra el suelo. Con estos simples comandos, el jugador debe mantenerse en el aire e ir avanzando, toque a toque, entre las verdosas cañerías sabiendo que el mínimo roce acabará con la partida.
Con una estética gruesa y un planteamiento tan básico, muchos se habrían atrevido a decir que está aplicación iba a tener menos recorrido que vuelo el pajarito que la protagoniza cuando no recibe 'dedazos' en la pantalla. Error. Confirmado como un fenómeno de masas en Estados Unidos, en España comienza a asomarse con decisión por lo más descargado de Android, algo que parece que irá a más en las próximas semanas. Todo ello ha tenido como resultado que el joven asiático que lo desarrolló haya dado un pelotazo. Y es que la publicidad incrustada en Flappy Bird, le genera unos ingresos de 36.000 euros diarios.
Una cifra que parece dar más consistencia a esa norma no escrita de que los juegos sencillos y que se puedan jugar en el autobús tienen más posibilidades en terminales móviles. Si eso se jalona con puntuaciones con las que picarse entre los amigos y una dificultad endiablada. Y de complicación, precisamente, este título va sobrado. Pasar en las primeras partidas de diez segundos es un logro que bien podía merecer una pixelada medalla, algo queda reservada para mayores grados de habilidad.
Dong Nguyen, el vietnamita que lanzó el juego en mayo del pasado año, se limita a decir que simplemente ha sido "suerte" lo que ha llevado Flappy Bird a su repentino éxito. Eso si, admite estar "abrumado" con lo logrado.