Tres cordones de seguridad blindan los juzgados
Un inhibidor ha bloqueado todas las comunicaciones durante la salida de la infanta del juzgado, al igual que ha ocurrido en su entrada
PALMA DE MALLORCA Actualizado: GuardarEl dispositivo de seguridad ante la llegada de la infanta Cristina a Palma de Mallorca para declarar como imputada en el 'caso Nóos' ha sido muy superior al desplegado en las declaraciones de su marido, Iñaki Urgandarin, en 2012 y 2013.
Había dos manzanas vacías a las que solo pudieron acceder los periodistas acreditados y los vecinos mostrando su documentación. Había tres filtros de seguridad diferentes, en los que el control era muy riguroso, para poder llegar a la zona en la que se puede ver a la hija del Rey.
Los efectivos de las fuerzas de seguridad para el plan de seguridad ascendieron a 200, de los que más de 100 pertenecían a la Unidad de Intervención Policial (UIP), formada por antidisturbios. Por parte de la Policía Nacional también se desplegaron efectivos del grupo estable en Palma, formado por 25 efectivos de la Unidad de Prevención y Respuesta (UPR), así como agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, miembros de la Unidad Canina y de la Unidad de Subsuelo. El despliegue ha tenido un coste aproximado de 20.000 euros, según han estimado fuentes conocedoras del dispositivo.
Por la mañana había en torno a 300 periodistas dentro de la cápsula de seguridad y se podía ver a los francotiradores en las azoteas. La Policía ha situado a los manifestantes a unos 300 metros de la rampa de entrada a los juzgados para que no tengan ningún tipo de visibilidad de la cuesta, siendo imposible que llegaran a pasar el primero de los filtros de seguridad.
Un inhibidor ha bloqueado todas las comunicaciones durante la salida de la infanta Cristina del juzgado, al igual que ha ocurrido en su entrada. El aparato ya se ha probado con anterioridad y ha dejado sin wifi y sin datos a todo el vecindario.
Además, se ha aceptado la petición de la Policía para que el coche de la infanta pueda dar la vuelta al final de la rampa, pero la valla de los fotógrafos seguía estando muy cerca de la puerta de entrada a los juzgados tras un tira y afloja entre el decano de los juzgados, partidario de dar facilidades a los periodistas para la cobertura de la declaración de Doña Cristina, y la Policía, que quería alejar a los informadores de la puerta.