Javier Gutiérrez, heredero en la nieve
El cántabro sigue la estela de su hermano Juan Jesús -5 veces olímpico- a pesar de que fue un amigo quien le inició en el esquí de fondo
MADRID Actualizado: GuardarJavier Gutiérrez es olímpico a pesar y gracias a la familia. Sorprendentemente, en casa de un deportista que ha vivido cinco veces los Juegos de Invierno, los ánimos para seguir su camino nunca fueron alentadores. «De primeras mi hermano no quería que yo me fatigase porque mejor que él no sabía nadie lo que me iba a suponer, pero yo soñaba con ser como él», recuerda el joven cántabro desde Sochi. Así que aquellos días de juventud Javier practicaba atletismo en tierras campurrianas mientras miraba de reojo el éxito en el maratón sobre la nieve de 'Juanji'.
Pero surgió un invitado inesperado. «Un amigo de Juan Jesús me inició en este deporte. Ahora han pasado doce años y nos vemos poco pero él está muy contento por saber de que yo he llegado a ser olímpico a través de él», explica el español. «La verdad es que cuando me puse por primera vez unos esquís de fondo no llegué a hacer ni un kilómetro. Me caía por los suelos. Llegué a pensar que esto no era lo mío pero a base de muchas ganas y de meter horas y de que mi objetivo en mi vida era ser deportista profesional me dije 'o me pongo a tope o va a ser imposible'. A través de cabezonería, me puse necio y llegué», recuerda.
Fuera por testarudez o por talento, después de aquel inicio inesperado, la mejora de Javier Gutiérrez fue rápida gracias a Juan Jesús. «El gobierno de Cantabria le dio a mi hermano la posibilidad de construir un circuito de fondo en la estación de Alto Campoo y allí comencé. Pero hasta entonces, los dos primeros años me desplazaba a los Pirineos, donde tuve los primeros contactos con los centros de tecnificación que luego me dieron la posibilidad de integrarme a ellos y hacer alguna salida a glaciares y Ushuaia. En mi casa no bastaba para progresar», explica quien salió desde su hogar y recorrió hasta el fin del mundo para poder ser deportista de élite.
Los entrenamientos de un deporte que el atleta compara su categoría con el remo o el ciclismo no son fáciles. «Como deporte no es lo más maravilloso del mundo pero si hay algo que disfruto en este deporte es poder deslizar y hacer kilómetros sin fatigarte», reconoce con estoicismo Gutiérrez, quien añade que el factor psicólogo también es tan decisivo como el fondo físico. «Hay que ser fuerte de pies a cabeza», justifica.
Segundos Juegos
El éxito de Javier Gutiérrez fue tan inmediato que se presentó en los Juegos de Invierno en 2010 sin apenas tiempo para asimilarlo. «En Vancouver me faltaba vista para mirar todo lo que había, sobre todo el ambiente profesional de un no parar, las ganas de la gente por conseguir un resultado olímpico.», rememora el campurriano sobre una competición en la que terminó en el puesto 40 en los 30 kilómetros competición en estilo combinado. «Como debuté en unos Juegos me sentía ya como un hombre con la vida hecha. ¡Hostia ya he llegado donde todo deportista quiere llegar!», asegura.
Cuatro años después, el objetivo es entrar entre los 30 primeros este domingo en skiatlón (15 kilómetros clásico + 1 kilómetro patinador), en los 15 kilómetros estilo clásico del día 14 o en los 50 kilómetros del día de clasura -la prueba favorita de Javier Gutiérrez-. Ahora cuenta con los consejos de la experiencia de su hermano en una cita olímpica. Juan Jesús, quien en 1998 fue el abanderado español en Nagano, comparte algunos entrenamientos con Javier para corregir alguna cuestión técnica y psicológica. «Siempre me dijo que allí no me faltaría de nada, que es una de las experiencias más bonitas. algo único, ¡nada que ver con cualquier otra competición!», insiste Javier sobre la Villa Olímpica. En Sochi, el campurriano disfrutará de su segunda participación en unos Juegos gracias a su hermano mayor. «Si no llega a ser por él no me hubiese involucrado». y al amigo con el que esquivó los primeros consejos de su pariente.