La prensa internacional, la más preocupada por el paseíllo de la «hija del Rey de España»

Entre la veintena de medios internacionales acreditados (casi todos televisiones) para el interrogatorio de la infanta no se habla de otra cosa: "¿Pero al final hará el paseillo?". Los periodistas extranjeros buscan sin éxito respuestas entre sus colegas españoles, a los que las imágenes de la rampa obviamente les preocupan, pero no tantísimo, sabedores de que, haga o no haga Cristina de Borbón el paseíllo, la cobertura y 'venta' del evento en sus medios nacionales la tienen garantizada.

No así los medios extranjeros. Los corresponsales son conscientes de que sin las imágenes de la "hija del Rey de España" en la rampa 'vender' la noticia les va a ser mucho más difícil. Los periodistas franceses, británicos, portugueses, daneses, japoneses y de diferentes medios de lengua árabe acreditados saben que con 30 segundos de la infanta bajando la 'cuesta de la vergüenza' es muy probable que sus informativos lo consideren uno de los vídeos destacados del día. Y, por ende, merezca una cobertura más larga, con más segundos en la parrilla. Sin ese vídeo, avisan, el interés en sus medios decaerá. "La imagen manda", recuerdan.

Esta circunstancia -explican fuentes del caso- no es, ni mucho menos, ignorada por la Casa Real, muy preocupada por la imagen internacional de la monarquía y el desgaste que está suponiendo el 'caso Nóos'. En Zarzuela -al menos hasta hace unos días y sobre todo después del informe de la Policía recomendando que no hiciera el paseíllo por cuestiones de seguridad- estaban convencidos de que era mejor que la infanta no baje la rampa, aunque ello desate las críticas por el trato diferenciado. Los asesores de la Casa Real saben que las imágenes de la rampa marcarían de por vida a Cristina de Borbón y quizás a la monarquía.

Y que esos 30 segundos de vídeo serán la excusa perfecta para las televisiones internacionalES para abordar el tema más en profundidad. Aún así, nada está decidido. Y nadie en los alrededores de la rampa se atreve a asegurar si la infanta hará o no el famoso paseíllo que tanto preocupa a los corresponsales.