Marruecos halla otros cuatro cadáveres cerca del espigón de Ceuta
La Guardia Civil reconoce haber utilizado pelotas de goma pero niega la utilización de armas de fuego para repeler la avalancha de inmigrantes, que ha dejado en total 14 muertos
CEUTA Actualizado: GuardarLas autoridades de Ceuta y las fuerzas de seguridad calculan que la cifra de inmigrantes ahogados el jueves en la playa del Tarajal mientras trataban de cruzar por el mar la frontera entre Marruecos y España asciende ya al menos a 14 personas.
Por el momento, se trata de un dato oficioso, basado en las informaciones extraoficiales que llegan desde el otro lado de la frontera, porque las autoridades de Marruecos no han vuelto a confirmar la recuperación de más cadáveres del agua desde que sus unidades militares rescataron al noveno fallecido el jueves por la tarde.
De confirmarse el número de fallecidos en el Tarajal se estará ante la mayor tragedia en varias décadas en las fronteras terrestres que España tiene en el norte de África como demuestra el hecho de que en los últimos nueve años la cifra de inmigrantes muertos mientras intentaban de superar las vallas de Ceuta y Melilla apenas es de veinte personas.
Las autoridades marroquíes, de hecho, no han ofrecido detalle alguno sobre el trágico desenlace de la avalancha protagonizada por unos 400 subsaharianos que, a la desesperada, intentaron cruzar con las primera luces del día la frontera en varios puntos y que, tras ser repelidos por agentes de ambos países, optaron por bordear a nado el espigón fortificado que separa los lados español y marroquí de la playa.
Las labores de rastreo continúan en las aguas que rodean la frontera porque nadie descarta que en las próximas horas el mar o las mareas puedan devolver a la superficie o la costa más cadáveres.
Vigilancia reforzada
Fuentes del Ministerio del Interior y de la Guardia Civil restaron trascendencia a las imágenes difundidas hoy por la Sexta, en las que se observa que la Guardia Civil entrega a los agentes marroquíes a varios inmigrantes cuando salían del agua en la zona española de la playa ceutí. Indicaron que se trata del final de una asistencia en caliente requerida por las fuerzas de seguridad marroquíes ante un evidente cruce ilegal de la frontera. El Gobierno, en las primeras informaciones del jueves, indicó que ninguno de los varios cientos de subsaharianos que se lanzaron contra el vallado habían logrado pisar suelo español.
Mientras continuaban las labores de búsqueda de víctimas en las proximidades de la playa del Tarajal, las fuerzas de seguridad españolas redoblaron las medidas de control en el puesto fronterizo ante el temor de nuevas avalanchas, ya que se calcula que al menos hay otro millar de inmigrantes ocultos en bosques próximos, a la espera de su oportunidad para enfrentarse a la valla.
El Congreso realizará, posiblemente la próxima semana, un análisis pormenorizado del suceso con motivo de la comparecencia monográfica que ha solicitado hoy el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. El titular de Interior pidió acudir a la cámara baja después de que su comparecencia fuese exigida horas antes y de forma unánime por toda la oposición parlamentaria, que reclamó que explicara con urgencia qué ocurrió exactamente el jueves en Ceuta para que el asalto a la valla se saldase con 14 fallecidos y qué uso hizo la Guardia Civil del material antidisturbios mientras los subsaharianos trataban de bordear la frontera por el mar. IU, sin esperar a la cita, reclamó su dimisión por lo que considera una actuación «vergonzosa y represiva».
Fernández Díaz, según avanzó el director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, y las autoridades ceutíes, rechazará que los agentes españoles disparasen pelotas de goma, armas de fogueo o botes de humo a los subsaharianos que se empujaban, pisoteaban y nadaban para superar la frontera, como denunciaron algunas de las organizaciones que atendieron a grupos de supervivientes.
El ministro justificará el uso de material antidisturbios por la Guardia Civil por lo que De Mesa describió como «agresividad descomunal» de los inmigrantes, que aseguró que lanzaron piedras y objetos contundentes a los policías y que destrozaron una garita y un vehículo. Sin embargo, dirá que los proyectiles se lanzaron al aire en todos los casos. La Defensora del Pueblo ha abierto una investigación de oficio para aclarar la actuación policial.