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Los jóvenes se alejan de la política y apuestan por las movilizaciones

Participarán en más movimientos ciudadanos para influir en los partidos tradicionales, según un estudio de la FAD que analiza la evolución del país hasta 2018

MADRID Actualizado: Guardar
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Empleos precarios y temporales. Menores ingresos y capacidad adquisitiva. Debilitamiento del Estado de bienestar. Aumento de la brecha social. Este contexto se mantendrá en España durante los próximos cinco años y llevará a los jóvenes a un mayor activismo y movilización, al tiempo que se alejarán de la política tradicional. “Pasarán del 'pasotismo' a pilotar los movimientos de reivindicación”, ha asegurado el director general de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, (FAD)Ignacio Calderón, durante la presentación del estudio 'La Sombra de la crisis. La sociedad española en el horizonte de 2018' realizada por el Centro Reina Sofía.

El trabajo ha consistido en recabar las proyecciones de once expertos en sociología y ciencias políticas sobre la evolución en materia económica, social, laboral o política del país en los próximos cinco años. Y el escenario que dibujan es bastante desolador. “Hay graves riesgos de que vayamos a peor”, ha sentenciado el director técnico de la FAD, Eusebio Megías. En realidad, el estudio lo que muestra es que los problemas económicos, laborales y sociales actuales se acentuarán en los próximos años.

Frente a este deterioro los jóvenes se alejarán cada vez más de los partidos políticos tradicionales, lo que provocará el debilitamiento del bipartidismo y de la participación en las citas electorales. “La dicotomía ya no será entre derecha-izquierda, sino entre vieja o nueva política”, ha afirmado Megías. Sin embargo, los jóvenes apostarán por nuevas iniciativas para influir en la política como plataforma civiles o movimientos ciudadanos. Esto conllevará “movilizaciones continuas en la calle”, ha asegurado Megías. Sin embargo, los expertos no prevén estallidos sociales ni “rupturas y crisis de gravedad”.

Así, los expertos vaticinan que en 2018 el PIB por habitante seguirá en niveles inferiores a los logrados antes de la crisis. Además, aseguran que el modelo de crecimiento basado en la construcción no será sustituido por un modelo alternativo. En los aspectos laborales tampoco prevén mejoras. En concreto aseguran que la población activa se reducirá cada vez más y los jóvenes se verán obligados o bien a emigrar o a trabajar en empleos “volátiles y precarios” con un debilitamiento de las protecciones sociales de los trabajadores. Además, consideran que en 2018 la tasa de paro seguirá por encima del 20%. Estos factores producirán una reducción de las rentas de los hogares, especialmente de las clases más bajas, por lo que “aumentará la brecha social”.

“En estos años de crisis la familia ha sido el colchón ante las dificultades económicas”, ha explicado Megías. Sin embargo, los expertos también vaticinan cambios en la estructura familiar que pasarán a ser 'multi-generacionales', es decir, convivirán los abuelos -por la imposibilidad económica de estar en una residencia- los padres y los hijos -ante el retraso de la emancipación por la falta de trabajo para costear una vivienda propia-. En este sentido, según el estudio, aumentará la dependencia económica de los jóvenes hacia sus padres y abuelos.