Sin miedo en Sochi
«El año pasado ya estaba asombrado por los sistemas de seguridad que había; estoy muy tranquilo», afirma el esquiador Javier Gutiérrez en un mensaje repetido por la expedición española
Actualizado: GuardarLa zona de Sochi está vigilada por 70.000 soldados y agentes de seguridad con el sistema 'counter-IED' que sirve para detectar y desintegrar bombas colocadas en los caminos. Policías con perros inspeccionan todas las estaciones y aeropuertos de Rusia. Las aerolíneas que vuelan al país han sido alertadas por las autoridades estadounidenses sobre posibles bombas a bordo y el Comité Olímpico Austríaco (ÖOC) ha confirmado haber recibido una carta en la que se amenaza a dos de sus deportistas con ser secuestradas. Sin embargo, el ánimo de la mayoría de los atletas españoles desplazados a los Juegos Olímpicos está lejos del terror.
«Mucha gente me ha hablado de la seguridad y de los líos que están habiendo ahora, pero a mí no me preocupa mucho. Sé que el país se ha volcado mucho en esta Olimpiadas y van a intentar hacer lo mejor para que no haya ningún problema», asegura el 'snowboarder' Lucas Eguibar. «Se ha oído hablar de que hay que vigilar, de que quieren atentar, pero miedo no tengo porque la vida es el destino y si toca, toca. Va a haber mucha seguridad y tenemos que estar tranquilos, pensar en lo nuestro y en que no nos pase nada», asegura con mentalidad confuciana el esquiador Ferran Terra. «Es un tema que todos nos planteamos porque está en el orden del día, pero tenemos que confiar en que todo va a salir bien y en que va a haber la seguridad suficiente. Además, está fuera de nuestros manos y tenemos que confiar en ello porque esta es la actitud más positiva que tenemos. Al final hay que estar tranquilos porque nosotros no podemos hacer nada», insiste la esquiadora Laura Orgué.
En Sochi los deportistas se mantienen aislados en una villa olímpica apartada en lo alto de un monte entre grandes medidas de seguridad. Algunos que ya conocieron las instalaciones y medidas similares en el Preolímpico de esquí de 2013 sostienen que la calma debería ser la nota dominante. «Oyes comentarios en la tele, se han visto cosas... pero voy con la menor preocupación porque es un país potente en seguridad. El año pasado ya estaba asombrado por los sistemas de seguridad que había. Estoy muy tranquilo», dice el esquiador Javier Gutiérrez. «No es un tema que me preocupe mucho. No tengo miedo. Confío en la policía rusa y en toda su seguridad», le secunda su compañero Álex Puente.
«Un poco de incomodidad»
Mientras tanto, el director del Centro Nacional Antiterrorismo de Estados Unidos, Matthew Olsen, ha asegurado que las mayores amenazas proceden del grupo terrorista Amarat Kavkaz, relacionado con la red de Al Qaeda. Además, al menos seis comités olímpicos nacionales han recibido amenazas terroristas, aunque el COI asegura que son «no creíbles». De hecho, a pesar del mensaje del Comité Olímpico Internacional, varios países -entre ellos Estados Unidos y Francia- se han tomado en serio las advertencias hasta el punto de desplazar a sus propios agentes y colaborar con las autoridades rusas. En cambio, el Comité Olímpico Español (COE) no ha dado ninguna indicación especial a sus atletas. «La verdad es que lo que he escuchado ha sido desde fuera, pero en ningún momento nos han dado instrucciones de lo que tenemos que hacer», asegura el esquiador Imanol Rojo, otro de los que cuentan con experiencia precedente en las orillas del Mar Negro.
No obstante, a pesar de las llamadas a la calma y de la 'burbuja' de los deportistas, hay quien no puede mirar hacia otro lado en un país con características propias. «Dentro de lo que cabe tenemos la esperanza de que estas cosas se controlen bien y de que no llegue a pasar nada, pero un poco de incomodidad sí que la hay», afirma Carolina Ruiz, con cuatro Juegos Olímpicos de experiencia. «Entiendo que Rusia es un país con muchas desigualdades, con una situación económica difícil para la mayoría de la población y entiendo que haya gente que esté molesta por que hagan unas Olimpiadas. Pero miedo por la seguridad no tengo», cuenta el biatleta Víctor Lobo.
«Creo que todo el mundo va con mucha ilusión y pensando en su deporte y en lo que tienes que hacer. No creo que haya mucho problema de seguridad, sobre todo para los deportistas», insiste la esquiadora acrobática Katia Griffiths. El director del Centro Nacional Antiterrorismo de Estados Unidos da la razón a los españoles. Según Olsen, el mayor peligro estará en «los alrededores o en la región de Sochi». Las sedes de los Juegos serán el lugar más seguro.