FÚTBOL | copa del rey

El Madrid goleó al Atlético en intensidad

Los de Ancelotti superaron en todos los detalles decisivos a un eterno rival desconocido que sufrió su peor pesadilla con Simeone

MADRID Actualizado: Guardar
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La versión más ‘mourinhista’ del Madrid de Ancelotti le dio un enorme crédito ante el Atlético más inconsistente de la era Simeone. El 3-0 que decide la eliminatoria fue excesivo y afortunado para los merengues, ya que dos de sus goles llegaron por desvíos de Insúa y Miranda en propia meta, pero anoche el grande empequeñeció al campeón.

Los rojiblancos se encogieron, no generaron apenas ocasiones y regalaron en defensa como no lo habían hecho en los últimos tiempos. Perdieron en juego y, lo que es más grave para un equipo del Cholo, fueron netamente superados en intensidad. Se arrugaron y perdieron todas las disputas en otro duelo en el que Iker Casillas volvió a disfrutar ante el eterno rival y sumó otros 90 minutos sin encajar un gol.

Ya avisó Ancelotti en la víspera que este partido no tendría nada que ver con el 0-1 de la Liga. Este Madrid es más fuerte, sólido, intenso, equilibrado y seguro atrás que aquel equipo dubitativo que arrancaba con el técnico italiano. Además, los blancos le tienen mucho más respeto ahora al Atlético que entonces. Se vio en el afán de los locales por terminar todas las jugadas, aunque fuera con tiros lejanos, en su acierto para hacer faltas tácticas en cuanto los colchoneros trataban de salir y en la vigilancia a Diego Costa.

El brasileño no es precisamente de los que se arruga pero estar a una amarilla de la suspensión le condicionó en su noche más amarga. Le golpeó Pepe, que también le lanzó un moco a la cara, le pisó un duro Arbeloa, y también se las tuvo tiesas con Xabi Alonso. Perdió las disputas con todos ellos y acabó viendo amarilla por revolverse tras una falta de Di María. No estará en la vuelta, ya casi un trámite. A base de anticipación y de ayudas y de faltas, el Madrid anuló al ariete rival del mismo modo que el Atlético sacó de quicio a Cristiano Ronaldo en la pasada final de Copa. En ese otro fútbol, los merengues se impusieron anoche por goleada.

Otra vez Jesé

Si el Madrid jugó preocupado sobre todo de no encajar un gol y de acertar en jugadas aisladas para desequilibrar la balanza, como así fue, la puesta en escena de los de Simeone no se correspondió ni por asomo con la alineación. El equipo estaba plagado de jugadores ofensivos y futbolistas de clase como Arda y Diego Ribas que podrían conseguir superioridad en el centro del campo, pero este Atlético salió encogido. Quizá porque pensaba en la vuelta y seguramente porque no pudo al ser maniatado por un rival concentrado, incisivo y aprovechando al máximo el factor de actuar como local y de los malos arbitrajes sufridos antes por Clos Gómez.

Ya en el primer minuto, Arbeloa hizo falta sobre Diego Costa y hasta cinco jugadores blancos rodearon al trencilla. En toda la primera mitad, el Atlético sólo se acercó dos veces, en sendos remates de cabeza de Arda y de Miranda que salvó Casillas.

Este tipo de choques tan tensos y equilibrados suelen decidirse por detalles como el que supuso ya el primer gol del Madrid, pasado el cuarto de hora. El tiro de Pepe se marchaba desviado pero golpeó en Insúa y descolocó a Courtois, más dubitativo que de costumbre. En general, todo el Atlético se defendió peor, ya que reculó en exceso, no se mostró contundente y permitió casi siempre segundas jugadas.

No fueron muy claras sus llegadas, pero en ese primer acto al Madrid le faltó algo de osadía y de convicción para poder resolver ya la eliminatoria. Sobre todo por el carril defendido por Insúa, varios escalones por debajo del lesionado Filipe Luis, encontró espacios que no suelen conceder los del Manzanares.

Con el ‘Cebolla’ ya en el campo en lugar de un desdibujado Ribas, el Atlético trató de avanzar líneas en el descanso pero su imagen fue de pura impotencia. Le destrozó el segundo gol, fruto de un excelente pase de Di María a Jesé y de un error de Courtois, que también vivió una noche extraña en él día más señalado. A partir de ahí, el choque derivó en una sucesión de faltas, protestas e infracciones que beneficiaron al Madrid.

Hubo aún otras dos jugadas claves: el gol que salvó bajo palos Modric, tras cabezazo de Godín, y el tiro posterior de Di María, tras grave error en un pase del recién entrado Adrián, que entró tras desviar Miranda. El Madrid acaricia la final en el duelo en el que el Atlético volvió a sus peores tiempos.