Paul R. Ehrlich. / FBBVA
sostenibilidad ecológica

La interacción de las especies de Ehrlich, nuevo premio Fronteras del Conocimiento

El jurado de los galardones de la Fundación BBVA alaba sus avances en "la ecología y la biología de la conservación"

MADRID Actualizado: Guardar
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Paul R. Ehrlich se ha alzado este martes con el sexto premio de la Fundación BBVA Fronteras del_Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación por sus investigaciones en las interacciones de las especies. El jurado alaba su contribución de forma decisiva en "múltiples avances conceptuales en ecología y biología de la conservación, con una gran influencia en otras disciplinas académicas". El catedrático de Ciencias Biológicas de la Universidad de Stanford ha elaborado "conceptos altamente innovadores como la co-evolución, la dinámica de metapoblaciones, los servicios ecosistémicos o el papel que desempeñan los seres humanos en la sostenibilidad ecológica".

El trabajo de Ehrlich (Filadelfia, EE UU, 1932) ha sido fundamental para abordar los porqués de la existencia de tantas especies en el planeta. Unas dudas que surgió de pequeño, cuando cazaba mariposas. Esa pasión le llevó a estudiar Zoología en la Universidad de Pensilvania (1953) y a doctorarse en la Universidad de Kansas con el famoso entomólogo estadounidense Charles Duncan Michener. Durante sus estudios en Kansas realizó investigaciones de campo relacionadas con insectos en el mar de Bering y en el Ártico. Allí coincidió con una joven investigadora de biología, Anne Fitzhugh Howland, que en 1954 se convertiría en su esposa. Tras doctorarse, Ehrlich empieza a trabajar en la Universidad de Stanford, donde en 1966 llega a ser catedrático de Ciencias Biológicas y se reencuentra con las mariposas. Al regresar de un trabajo de campo compartió con su colega Peter Raven su sorpresa ante la dieta de la especie que ambos estudiaban. "Entonces comenzó una tormenta de ideas entre dos evolucionistas, uno con mucha experiencia en mariposas y otro en plantas", ha explicado Ehrlich.

De esa conversación de café surgió un artículo, titulado ‘Mariposas y plantas: un estudio sobre co-evolución’, que sugería por primera vez la "enorme importancia de las interacciones entre plantas y herbívoros en la generación de diversidad terrestre". Es uno de los trabajos considerados más influyentes en el área de la ecología evolutiva, y ha inspirado en las últimas décadas docenas de libros y miles de estudios. Hasta entonces no se sospechaba el peso ecológico del fenómeno de la co-evolución. "Llevamos adelante el trabajo con una emoción creciente, porque sospechábamos que la co-evolución era en general un proceso infravalorado. Creo que nuestro trabajo ha sido tan ampliamente citado porque por primera vez analizó en profundidad las relaciones evolutivas entre dos grandes grupos de organismos íntimamente relacionados evolutivamente", ha indicado el premiado. Los dos investigadores describieron por primera vez cómo las mariposas generaban unas enzimas que les permitían digerir las toxinas que producían las plantas como defensa.

La búsqueda del origen de la biodiversidad en la co-evolución formaba parte de una investigación mucho más amplia, para la que Ehrlich montó en los años sesenta en la reserva ecológica de la Universidad de Stanford -Jasper Ridge- instalaciones experimentales que siguen funcionado y que han permitido desarrollar uno de los estudios ecológicos de más larga duración en el mundo. El jurado ha destacado lo entonces novedoso y pionero de esta metodología de obtención de datos durante largas series temporales, así como el valor de sus resultados.

Reacciones

Los datos sobre mariposas ajedrezadas obtenidos así por Ehrlich desvelaron además cómo reaccionan sus poblaciones al fragmentarse en grupos más pequeños pero conectados, las llamadas metapoblaciones: si se mantienen los flujos genéticos, si se vuelven más vulnerables a cambios en el entorno o si corren más riesgo de extinguirse, por ejemplo. Una de las conclusiones a la que llega Ehrlich es que "la integración de las poblaciones en metapoblaciones hacen a la especie más resistente, ya que si un grupo se extingue, otro puede colonizar ese espacio".

Como explica el acta, Ehrlich "recurrió a estudios experimentales a largo plazo para documentar patrones en la dinámica de poblaciones y estructura genética y los factores que los regulan. A través de su trabajo con mariposas como sistema de estudio, logró desentrañar el papel del clima y de las interacciones ecológicas en la regulación de las poblaciones. Este estudio abrió un nuevo horizonte en la investigación de la dinámica de metapoblaciones y su probabilidad de desaparición como resultado del balance entre colonización y extinción".

"Este concepto demuestra que la parte más importante en la investigación de la pérdida de la biodiversidad es la pérdida de población por encima de la pérdida de especies, dado que son las poblaciones las que generan los servicios ecosistémicos", ha apuntado Ehrlich.

El jurado de esta categoría ha estado presidido por Daniel Pauly, catedrático de Recursos Pesqueros en el Centro de Pesquerías de la Universidad de British Columbia (Canadá) e investigador principal del proyecto Sea Around Us, y cuenta como secretario con Pedro Jordano, profesor de investigación del Departamento de Ecología Integrativa en la Estación Biológica de Doñana (Sevilla), del CSIC. Los vocales son Joanna Burger, Distinguished Professor de Biología en la Universidad Rutgers (Nueva Jersey, Estados Unidos); Jordi Bascompte, profesor de Investigación en el Departamento de Ecología Integrativa de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) y Gerardo Ceballos, catedrático en el Laboratorio de Ecología y Conservación de la Fauna Silvestre de la Universidad Nacional Autónoma de México.