FÚTBOL | Primera división

Líderes por Luis

El Atlético pasa por encima de la Real, se queda solo en lo alto de la clasificación y rinde el mejor homenaje al ‘Sabio de Hortaleza’

MADRID Actualizado: Guardar
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Incidencias: Partido correspondiente a la 22ª jornada de Liga, disputado en el Vicente Calderón. Unos 54.000 espectadores. En los prolegómenos se rindió un homenaje a Luis Aragonés y se guardó un minuto de silencio en memoria del exfutbolista y entrenador, fallecido la madrugada del sábado.

El Atlético de Madrid afrontaba ante la Real Sociedad uno de los partidos más complicados de la temporada. El club rojiblanco había vivido en las horas previas al choque una sucesión de acontecimientos capaz de romper la normalidad emocional de la plantilla. Pero los jugadores que dirige Simeone no dejan de sorprender positivamente y nada parece desestabilizar a un cuadro que cada vez se siente más poderoso y convencido de que el futuro depende exclusivamente de ellos.

El conjunto colchonero es un estado de ánimo. En ebullición y tensión constante, desbordante aunque inabordable e inalterable a la vez, pase lo que pase. Pero al Atlético le habían sucedido demasiadas cosas importantes como para que no afectara de algún modo.

En lo deportivo, el regreso de Diego Ribas como incorporación estelar al límite del cierre del mercado de invierno suponía el lazo al regalo llegado en la tarde del sábado desde la Ciudad Condal. La inesperada derrota del Barcelona en el Camp Nou ante el Valencia ofrecía una nueva oportunidad para alcanzar el liderato en solitario. La ansiedad era una amenaza, ya que se podía hacer presente ante la posibilidad de quedarse solo en lo más alto de la tabla, por delante de sus dos todopoderosos rivales.

Además, el fallecimiento de Luis Aragonés llenaba de emotividad un choque de esta trascendencia. El ‘Sabio de Hortaleza’ forma parte del escudo atlético, del espíritu y de la idiosincrasia colchonera. Su muerte es el adiós a un mito, y así lo demostraron la entidad, la afición y los jugadores en un afectivo homenaje en los instantes previos al duelo y durante todo el partido, con gritos constantes recordando a ‘Zapatones’. El minuto ocho ya se ha convertido en propiedad del hombre que logró el primer gol de la historia del Calderón.

Como último extra de dificultad, el rival llegaba en su mejor momento del año y con el peligroso precedente de haber puntuado en sus dos visitas anteriores.

Para la cada vez menos temerosa afición atlética, todas estas alteraciones despertaban los recelos ante un posible traspié. Pero ese grupo de hombres de los que presume constantemente el ‘Cholo’ tienen respuesta inmediata ante cualquier miedo y convierte en incentivo y motivación cualquier estímulo, venga de donde venga.

Tres minutos le bastaron a Diego Costa para demostrar que querían ser líderes. Por ellos. Por Aragonés. Porque se lo merecían. El delantero cogió el balón en medio campo y, en un arranque pletórico de fuerza y velocidad, se marchó de todos salvo de Bravo, que detuvo el tiro. Los donostiarras se despertaron de golpe e intentaron irse hacia arriba, pero era un día para que los rojiblancos sacaran pecho. Y lo hicieron de la mejor manera posible, con una jugada vertical, profunda y veloz entre Insúa, Diego Costa y Villa que acabó en la red visitante. El estilo Simeone es estado puro. El ‘Guaje’, precisamente el máximo goleador de la Eurocopa de 2008, ésa en la que de la mano de Luis ‘La Roja’ se hizo grande con un equipo de pequeños, lo celebró señalando al cielo.

Un minuto después, el asturiano tuvo que pedir el cambio por una lesión en los isquiotibiales del muslo izquierdo. Entró Raúl García. Se fue uno bueno y le sustituyó otro que merece ser titular por su extraordinario rendimiento. Es lo que tiene el estado de gracia. Todos suman. La Real se acabó en ese momento porque el Atlético no hizo lo que en otras ocasiones cuando se adelanta en el marcador y decidió no esperar para sentenciar. Se sentía líder y los líderes no tienen compasión. Con el ovacionado Diego Ribas ya en el campo, los de Simeone apabullaron a los vascos. Al contraataque, el arma que tan bien sabían emplear los equipos de ‘Zapatones’, Diego Costa hizo el segundo y certificó su vuelta como insaciable goleador. Miranda aseguró la goleada con un perfecto cabezazo cuando la Real apenas había asimilado que se les escapaba el partido y el último en llegar festejó su retorno con el cuarto. Líderes en solitario por la puerta grande. Líderes por el mito desaparecido, como recordó toda la grada nada más acabar el encuentro con el ya eterno «¡Luis Aragonés, Luis Aragonés!».