El PP no permitirá que se separe a Cataluña a «machetazos»

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, ha emplazado esta mañana a Artur Mas a que deje de "jugar" con la "soberanía" y trabaje sobre "realidades" y no sobre "quimeras". La presidenta de Castilla-La Mancha ha inaugurado la convención nacional que los populares celebran en Barcelona, donde pretenden combatir durante el fin de semana el discurso del soberanismo.

De Cospedal se ha mostrado muy dura con el presidente de la Generalitat, al que ha acusado de lanzar un "órdago" más cercano a la historia de la ficción que sitúa a Cataluña al borde del abismo y de querer separar a Cataluña del resto de España a "machetazos". "La soberanía no se puede trocear", ha insistido varias veces en su discurso la número dos del PP, porque pertenece a todos los españoles y no solo a una parte de ellos, en este caso los catalanes. "La identidad es algo contrapuesto a levantar fronteras y dividir y no se puede dar mordiscos a España solo por los intereses particulares de unos pocos", ha afirmado.

De Cospedal ha esgrimido algunos de los argumentos que el PP quiere utilizar para desactivar el independentismo, lo que el PP califica el derecho a saber, frente al derecho a decidir de los partidos soberanistas. Entre otros, la secretaria general de los populares ha advertido a los catalanes de que una Cataluña independiente quedaría fuera de la UE y del euro, no podría garantizar las pensiones, el nuevo Estado nacería en quiebra, no podría absorber el enorme déficit, tendría problemas para pagar a los funcionarios y carecería de liquidez para pagar a los hospitales y escuelas públicas.

En la misma línea, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, ha afirmado que el 'España nos roba' es falso, ya que la mitad de los productos catalanes se venden en el mercado español y el Estado ayuda a Cataluña con el pago a proveedores y con una línea de crédito de 32.000 millones del Plan de liquidez autonómico. Sánchez-Camacho ha acusado además a los partidos independentistas de estar creando un clima social en Cataluña, en el que los no nacionalistas se encuentran en una situación parecida a la que padecían el PP y el PSOE en el País Vasco durante la época del terrorismo.