FÚTBOL | copa del rey

El Atlético sigue a lo suyo

El equipo de Simeone gana otra vez por la mínima gracias a la efectividad en un partido muy feo en el que el Athletic no tiró a puerta

MADRID Actualizado: Guardar
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Otra vez gracias a la efectividad. A su fútbol sólido en defensa y sumamente práctico en ataque. Sin florituras, sin nada de espectáculo, pero con un juego unido a un resultado positivo que era obligado tras dos empates consecutivos que han hecho dudar a la hinchada del Calderón, pese a que el Atlético de Madrid está vivo y, de momento muy vivo, en todas las competiciones. Seguramente no le dará para la Liga, pero esto era la Copa, y después de la victoria por la mínima ante un Athletic muy precavido que pensó demasiado en la vuelta en San Mamés y no tiró una sola vez a puerta, el Atlético y sus aficionados pueden seguir pensando en continuar con la defensa del título y cruzarse en las semifinales con el Real Madrid. De un encuentro pésimo sacó el mejor botín posible.

Falta el segundo partido en Bilbao, pero de momento, la eliminatoria es favorable a este Atlético que no enamora con su fútbol pero sí deja satisfecho con sus triunfos a unos seguidores que estaban dolidos con lo ocurrido el domingo ante el Sevilla y volvieron a aburrirse en el Manzanares. En la ida de cuartos, en otro choque muy feo -uno más- en el estadio rojiblanco, se esperaba otro rival duro, el Athletic, pero el conjunto de Valverde, sin espíritu, decepcionó como nunca, a merced siempre de lo que quiso el Atlético. Podrá quejarse el Athletic de que el árbitro perdonó la expulsión a Diego Costa en el tiempo añadido cuando ya tenía una amarilla por un plantillazo a Laporte, pero el equipo vasco no mereció nada en el Calderón, donde la cabeza de Godín certificó un triunfo soso de los locales, pero justo por los méritos de ambos.

Sin apenas ocasiones, con numerosas interrupciones, sin ánimo ni ritmo, el Atlético volvió a sacar petróleo en el juego aéreo. Y lo consiguió gracias un genial centro de Koke desde la derecha rematado por el central rojiblanco. Con contundencia. La que le faltó siempre al Athletic, que parecía que afrontaba un amistoso en vez de un clásico de la Copa, un enfrentamiento estelar de cuartos que prometía mucho en su primer acto y resultó pésimo. Sobre todo para el Athletic, porque es difícil de creer que el Atlético se quede sin marcar en San Mamés. En el Calderón, con escasas llegadas y juego, sentenció en la segunda de las tres únicas oportunidades claras que tuvo en todo el encuentro.

El Athletic, que no se puede explicar a qué esperaba para dar un pasito al frente, se dejó llevar y el Atlético fue a lo suyo, a jugar a lo que sabe. En esta ocasión tampoco precisó mucho esfuerzo, porque los visitantes estuvieron casi entregados desde el pitido inicial. El 'Atleti' quiso bastante más. Le puso mayor interés y ambición, aunque también saltó al campo reservado. Simeone, porque era obligado, decidió rotar y cambiar el medio campo, como ya había ensayado la tarde anterior, y los hechos volvieron a darle la razón. Para el Atlético fue suficiente, porque el equipo sigue a lo suyo. A jugar poco y a marcar también poco. Pero si el equipo de Simeone lo hizo mal, el Athletic lo hizo aún peor. Su actuación en el Calderón fue para olvidar, y muchísimo tendrá que mejorar ante su afición para sorprender a este Atlético que tampoco quiso hacer sangre. Como de momento así le va bien en las eliminatorias, no cambia, aunque en San Mamés le debería esperar un choque bastante más complicado.

También, no sólo porque el Athletic debe ser otro muy distinto en San Mamés, sino porque el final del choque del Calderón se calentó tanto que pudo acabar de mala manera y ahora se espera que los 'leones' saquen las garras en Bilbao. En el Calderón las sacaron Diego Costa y Godín, aunque el delantero hispano-brasileño sigue seco de cara a portería y el equipo lo está acusando. Tampoco responde últimamente Villa, aunque sí lo hizo frente al Sevilla después de mucho tiempo de sequía, y muchísimo menos Adrián, a quien Simeone le dio otra oportunidad y volvió a echarla por tierra. De momento, con poca pólvora arriba, al Atlético le vale con mantener su portería a cero, aunque sigue jugando con fuego y quizás le espere el infierno en San Mamés, a pesar de este 1-0 que le abre la puerta de semifinales.