Varios obreros trabajan en las obras del Canal de Panamá. / Afp
cONFLICTO EMPRESARIAL

La Comisión Europea mediará de urgencia en las obras del Canal de Panamá

El consorcio «aclara» que su ultimátum sólo decía que las obras «podían» parar a partir del día 21, sin que haya plazo fijo para ello

MADRID Actualizado: Guardar
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Casi a punto de tocar la campana, el consorcio internacional que encabeza Sacyr recurrió este domingo de forma urgente a la Comisión Europea para que medie en el conflicto abierto con las autoridades panameñas a raíz de la reclamación de 1.600 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros) por los sobrecostes derivados de las obras de ampliación del Canal. La respuesta recibida desde Bruselas fue afirmativa, según confirmaron fuentes comunitarias, que añadieron que la prioridad ahora será lograr «más tiempo», pues el ultimátum lanzado por las empresas a principios de año para parar los trabajos vence en menos de 24 horas.

O, al menos eso parecía, pues el consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC) también emitió este domingo una nota donde trata de «aclarar» que el citado preaviso emitido a principios de año sólo apuntaba que las obras podían detenerse a partir del día 21 (mañana), «sin que en este momento ese escenario esté contemplado». “No tenemos por qué realizar mañana algún cambio en el estatus de la obra”, añadió. No obstante, no terminó de despejar esa incertidumbre al advertir a continuación de que el consejo de administración del GUPC “podrá evaluar la situación y tomar la decisión que corresponda en cualquier momento", es decir, cambiar de criterio.

La nueva vía de negociación auspiciada por Bruselas será llevada personalmente por el vicepresidente y comisario de Industria, Antonio Tajani, buen conocedor del sector de las infraestructuras y su problemática, añadieron dichas fuentes. Para ello tenía previsto hablar a primera hora de hoy con los gobiernos de los tres países europeos que participan en el consorcio –España (Sacyr), Italia (Impregilo) y Bélgica (Jan de Nul)-, amén de con las propias autoridades panameñas –que, además de ser responsables del Canal, también tienen como contratista a la firma local Constructora Urbana-.

El problema del tiempo, resaltado por el propio Tajani cuando días atrás ofreció la mediación de la Comisión para tratar de solucionar el conflicto sin obtener entonces respuesta del consorcio, parece resuelto a corto plazo. La puntualización hecha en las últimas horas por el GUPC parece ir en la línea de lo declarado el lunes pasado por el presidente de Sacyr, Manuel Manrique, quien insistía en que “el único escenario que contemplamos el acuerdo” y se mostraba “optimista” sobre la resolución de lo que calificó como “problemas puntuales de liquidez” surgidos en los trabajos de construcción de las terceras esclusas de la principal conexión fluvial entre el Atlántico y el Pacífico. Pese a ello, el jueves reiteraba por escrito a la Autoridad del Canal (ACP) que los trabajos podrían detenerse a partir del lunes si no mediaba antes un acuerdo.

Las mismas fuentes comunitarias consultadas no ven “especialmente problemático” lograr de las empresas adjudicatarias, al menos, una semana más de tiempo para desarrollar nuevas conversaciones a varias bandas con Bruselas como mediador. La clave, resaltan, es conseguir que los trabajos recuperen su ritmo habitual de trabajo –según fuentes locales, el nivel de actividad ha bajado al 30% o menos–, condición ‘sine qua non’ exigida con firmeza por los responsables del Canal antes de entablar una verdadera negociación formal sobre los sobrecostes.

Una resolución complicada

“Pero no será nada fácil”, reconocieron, lograr que el consorcio recupere el ritmo de trabajo que las propias empresas habían ralentizado en los últimos días como medio de presión ante las autoridades panameñas. Sin embargo, a priori, no parece existir otro medio, por mucho que desde la Comisión defiendan que “un conflicto de trascendencia internacional y gran alcance mediático no interesa a nadie, sobre todo cuando el proyecto ya está muy avanzado”. Eso sí, advierten que también perdería “la propia Panamá”, tanto por los retrasos añadidos como por el propio daño a su imagen en un conflicto donde, a priori, las responsabilidades y culpas parecen más o menos compartidas, y así se lo trasladarán a la ACP.

En cualquier caso , y dado que el trasfondo del problema es claramente de orden financiero, es necesario fuentes que lleguen los recursos necesarios. A tal fin, la Comisión mantendrá hilo directo con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y también tiene previsto hablar con el Banco de Desarrollo para América Latina (CAF), que esta misma semana declaró a este medio que disponía de un remanente ya aprobado de más de 300 millones de dólares para dedicar a las obras del Canal. Las autoridades locales calculan que harán falta unos 1.500 millones de dólares para terminar el proyecto –presupuestado inicialmente en 3.200 millones- y han ofrecido un anticipo de 100 millones para cubrir sobrecostes, pero el consorcio pide 400 millones –sostiene que ya ha puesto más de 200 de sus arcas para costear imprevistos relacionados con los materiales y problemas geológicos- y aceptaría adelantar otros 100.

La Autoridad del Canal, mientras tanto, mantiene la reunión prevista para este martes con la aseguradora Zurich, que tiene la fianza de 600 millones de dólares que depositó el consorcio. Su objetivo, si finalmente llegarán a detenerse las obras, es destinarlos a contratar un nuevo adjudicatario que recupere los trabajos «lo antes posible». Y candidatos alternativos ya han surgido, como la multinacional estadounidense Bechtel, aunque desde España ninguna de las grandes constructoras parece dispuesta a tomar el relevo de Sacyr o alguno de sus socios, según un sondeo informal realizada por el Gobierno. Así, entre la incertidumbre aún reinante, los responsables panameños lo tienen claro: «estamos preparados para cualquier eventualidad», ha advertido Jorge Quijano, administrador de la ACP.