Messi borra los fantasmas del pasado

Al Barcelona sólo le preocupaba una cosa en Getafe, borrar cuanto antes los fantasmas de 2007.

Martino no quería dar la mínima oportunidad a los azulones de soñar con repetir la gesta lograda entonces. El 4-0 con el que humillaron en el Coliseum Alfonso Pérez al equipo dirigido por Rijkaard es una de las manchas más dolorosas en la historia culé y el técnico rosarino tenía claro que no iba a consentir que le salpicara.

En el partido de infausto recuerdo para los catalanes, Messi se quedó en la Ciudad Condal después del maradoniano gol de la ida. En esta ocasión, el jefe del banquillo azulgrana no se permitió ninguna licencia y no sólo puso en el once a su gran estrella, sino que lo acompañó en la delantera de Neymar, la otra joya de la corona. Su intención, predicar con el ejemplo.

El Tata había advertido a sus hombres de que debían saltar al terreno de juego como si la eliminatoria estuviera igualada. Con el argentino y el brasileño como titulares reforzaba sus indicaciones y, además, les daba minutos de cierta calidad para recuperar el mejor tono físico tras la lesión del primero y la gastroenteritis del segundo.

Martino se quedó satisfecho a medias por el resultado de su decisión. En el lado positivo, sus hombres se tomaron el duelo en serio, presionando y apretando al rival, moviendo el balón con ritmo y generando ocasiones por medio de veloces transiciones ante un decoroso Getafe. Además, Leo volvió a evidenciar que ha vuelto con ganas, sin miedo a recaídas, y con el olfato goleador intacto. Si en el Camp Nou le bastó con media hora para sentenciar la eliminatoria, anoche volvió a ser el hombre del partido con dos goles, uno en cada tiempo. El que abrió el marcador lo logró cuando ya se adivinaba el descanso, al rematar con oportunismo un buen pase de Tello. El segundo tuvo su sello personal. Rompió a toda la defensa, se fue de los adversarios que le salieron al paso, arquero incluido, y empujó el balón ya a puerta vacía. Messi en estado puro. Aún tuvo alguna ocasión para aumentar su cuenta, pero se quedó con un brillante doblete.

Sin embargo, el cuadro barcelonés lamentó la inoportuna lesión de Neymar en una jugada desafortunada en la que realizó un mal gesto que, según las primeras exploraciones de los médicos del Barça, le causó un esguince en los tendones peroneos del tobillo derecho. El viernes se le realizarán las pruebas pertinentes para conocer el alcance exacto de la lesión y el tiempo de recuperación que precisará. Parece que los hados se han compinchado esta temporada para evitar dar continuidad a una de las parejas futbolísticas más atractivas del mundo. En la media hora que permaneció sobre el campo el ‘11’ culé estuvo especialmente activo y fue el más incisivo a la hora de atacar la portería defendida por Codina.

El Getafe, por su parte, buscó quitarse de encima de la forma más digna posible este partido. Los madrileños tienen preocupaciones mayores que la Copa en estos momentos. No ganan un partido desde hace un mes, cuando derrotaron por 4-1 al Girona en la eliminatoria anterior, y han pasado de apuntar hacia arriba en la Liga a mirar por el retrovisor lo que le viene por detrás después de cuatro tropiezos consecutivos. Luis García ya advirtió de que la remontada era casi imposible, y que lo que iban a buscar era un triunfo honroso. No lo consiguió. Su equipo tuvo alguna ocasión bien resuelta por Pinto, el titular blaugrana en la Copa, pero se fue deshaciendo mientras caían los minutos y aumentaba el dominio y las ocasiones visitantes.

Martino tuvo tiempo en la fase final del choque de brindar a Xavi Hernández la oportunidad de alcanzar los 700 partidos oficiales como culé, en los que ha ido coleccionando éxitos y títulos.