Las diferencias de presión, causa principal de la explosión de los supervolcanes
Un grupo de expertos, dirigido por una investigadora española, identificaron el mecanismo que activa estas supererupciones
MADRID Actualizado: GuardarLa presión generada debido a la diferencia de densidad entre el magma y las rocas circundantes es suficiente para provocar la erupción de un supervolcán, según ha demostrado un grupo de geólogos del Instituto Federal de Tecnología Suizo (ETH Zurich) dirigidos por una investigadora española Carmen Sánchez-Valle.
Los supervolcanes no son volcanes comunes. Sus erupciones son explosivas y violentas, y forman agujeros gigantes en la corteza terrestre (calderas) de hasta 100 kilómetros de diámetro en lugar de los conos volcánicos formados durante la erupción de volcanes convencionales, como es el caso del Teide en España. Por término medio, los supervolcanes tienen una actividad muy baja (1/100.000 años) y ninguna erupción ha acontecido en tiempos históricos. La última supererupción tuvo lugar hace aproximadamente 26.500 años en Lago Taupo (Nueva Zelanda).
Por estos motivos, los investigadores sólo obtienen vagas evidencias sobre estos fenómenos por medio del estudio de los depósitos de ceniza y rocas que sobreviven tras la erupción. Los investigadores encabezados por la profesora Carmen Sánchez-Valle han identificado recientemente un mecanismo activador de supererupciones basándose en medidas experimentales de la densidad de magmas.
Los resultados les han permitido demostrar que el exceso de presión generada por la diferencia de densidad entre la cámara magmática y las rocas circundantes es suficiente para desencadenar la supererupción sin necesidad de factores externos como terremotos o reinyecciones de magma. “Este efecto es comparable al de un balón de fútbol inflado de aire bajo el agua: el balón es empujado hacia arriba debido a la mayor densidad del agua que lo rodea y flota”, explica Wim Malfait, investigador del grupo de Sánchez-Valle, en un artículo de la revista ‘Nature Geoscience’.
La presión necesaria para que el magma rompa la roca en el techo de la cámara magmática y encuentre el camino hacia la superficie es de 100 a 400 veces superior a la presión atmosférica. “Nuestros resultados revelan que si la cámara magmática es suficientemente grande (mayor de 7 kilómetros), el exceso de presión generado solamente por la diferencia de presión es suficiente para que el magma penetre la corteza terrestre y se inicie la erupción”, asegura Carmen Sánchez-Valle.
Los supervolcanes no son numerosos, pero están considerados una seria amenaza debido a su capacidad destructiva. Son, junto con los impactos de meteoritos, las catástrofes naturales más grandes que pueden ocurrir sobre la Tierra. Los supervolcanes no son fáciles de localizar. Entre los más famosos están la Caldera de Yellowstone en EE UU, el Lago Toba en Indonesia y Lago Taupo en Nueva Zelanda. Sin embargo, otros volcanes de menor talla como Campi Flegrei cerca de Nápoles también están incluidos dentro de los 20 supervolcanes conocidos hasta hoy en la Tierra.