¿Jornadas reducidas sin reducir sueldo para los padres alemanes?
La propuesta de la ministra de Familia germana de rebajar de 40 a 32 horas la semana laboral a los que tengan hijos menores de 3 años crea polémica en el país de Merkel
MADRID Actualizado: GuardarEn Alemania no es oro todo lo que reluce. El país liderado por Angela Merkel, ese país que ahora muchos envidian por su saneada economía y su casi inexistente tasa de paro, tiene -al menos- un talón de Aquiles: su baja natalidad. Su tasa de fecundidad es tan solo de 1,39 hijos por madre, una de las más bajas del mundo. Por eso, pese a sus 82 millones de habitantes (se trata del país más poblado de la UE), una de las grandes preocupaciones de los políticos es cómo combatir la reducción paulatina de habitantes que previsiblemente les llevará a bajar de los 70 millones de censados en el año 2050, según datos de la Oficina Federal de Estadística.
Con estas cifras no es de extrañar que la nueva ministra de Familia, la socialdemócrata Manuela Schwesig, esté dispuesta a hacer lo que sea por que nazcan más niños y ha lanzado una propuesta que ha hecho temblar hasta la mísmisima canciller: reducir de 40 a 32 horas laborables a la semana a aquellos padres que tengan hijos menores de 3 años sin que su sueldo se vea afectado. "Siempre ha sido duro equilibrar la vida laboral y la familiar pero debemos hacerlo más fácil para las familias en Alemania", defendió este viernes en la televisión alemana la ministra. "Los padres no deberían estar en desventaja en el trabajo y los políticos tiene que tomar la iniciativa", añadió Schwesig.
Esta idea ha causado honda preocupación en los miembros de la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de Merkel, algunos de los cuales han llegado a calificar la propuesta de su socio de gobierno de "locura" y han dicho que sería una carga para los contribuyentes y la economía. "Me gustaría saber de dónde procedería el dinero", se ha preguntado el diputado de la CDU Michael Fuchs. Por su parte, Joachim Pfeiffer, un portavoz económico de los conservadores en el Bundestag, ha afirmado que obligar a las empresas a pagar a empleados a tiempo parcial el salario completo "sería un ataque contra la competitividad de la economía alemana".
Las madres en Alemania
Schwesig ha salido al paso de las críticas y ha argumentado que su propuesta "beneficiará a la economía si más personas, especialmente mujeres bien entrenadas, siguen como fuerza laboral porque sienten que pueden compaginar trabajo y familia".
Y es que, aunque suene paradógico, en el país que mueve Europa no está bien visto ser madre y trabajadora. Por eso hay muchas féminas que desisten de tener hijos por sus ambiciones laborales (véase el ejemplo de la propia Merkel) y la mayoría de las que decide procrear abandona su vida profesional durante los primeros años de maternidad, algo posible también gracias a su política de conciliación. Si bien las mamás alemanas disfrutan de 14 semanas de baja con el 100% de su sueldo (dos menos que en España), luego pueden acogerse (tanto ellas como los padres) a un permiso que les permite dedicarse un año (prorrogable a tres) a sus vástagos cobrando el 67% de su salario, con una ayuda mínima de 300 euros y un tope de 1.800. Además, estos ingresos se engordan con las contundentes ayudas por nacimiento que otorgan. En contrapartida hay que decir que en este país no es fácil conseguir guardería para los pequeños, ya que hay pocas y están saturadas. En este punto es donde más debe mejorar.