El estado del conductor y del vehículo, aspectos esenciales para circular en invierno
La Confederación Nacional de Autoescuelas aconseja limitar los desplazamientos al máximo por las zonas más afectadas por las malas condiciones meteorológicas
MADRID Actualizado: GuardarEl invierno, que a partir de esta semana parece que puede comenzar a golpear la península con toda su fuerza, obliga a redoblar la prudencia al volante. Por ello, desde la Confederación Nacional de Autoesuelas (CNAE) recomiendan limitar al máximo los desplazamientos por las zonas más afectadas por las inclemencias meteorológicas y, en todo caso vigilar al máximo el estado del conductor y del vehículo antes de ponerse en marcha. El consejo principal es “no utilizar el vehículo salvo que sea estrictamente necesario”. En caso de serlo, es preciso consultar el parte meteorológico y los avisos de la Dirección General de Tráfico antes de iniciar la marcha.
En esta época del año, además de los excesos de velocidad y las distracciones, aumentan otros factores como desencadenantes de los accidentes de tráfico: la ingesta de medicamentos, el cansancio, la somnolencia, el estrés, las preocupaciones y, sobre todo, el alcohol y las drogas. Conviene recordar que el conductor es responsable del 70-90% de los accidentes de tráfico.
Una vez sentado al volante, el conductor debe recordar que no puede iniciar la marcha hasta no tener visibilidad clara y diáfana a través de los cristales del vehículo. Es importante abrir las ventanillas al entrar en el vehículo para evitar que los cristales se empañen por completo. Es conveniente entrar en el mismo sin el abrigo o el plumas puesto ya que, además de ser incómodo, el cinturón de seguridad pierde eficacia al no estar pegado al cuerpo, pudiendo incluso llegar a ser dañino. Hasta que el motor se caliente, se puede usar el aire acondicionado para desempañar los cristales, ya que es muy seco y ayuda en este aspecto. Otros consejos útiles son llevar el teléfono cargado, el depósito de carburante lleno, portar alguna manta y algo de comida y bebida para posibles imprevistos.
Con nieve o lluvia
En caso de que sea necesario el uso de cadenas para circular, hay que recordar que de llevar sólo una pareja de cadenas será necesario colocarlas en el eje motriz del vehículo, aunque lo recomendable es ponerlas en las cuatro ruedas.
Durante la conducción con niebla o lluvia intensa, es obligatorio encender, al menos, la luz de posición y cruce, y es aconsejable usar también la antiniebla delantera si se dispone de ella. La luz antiniebla trasera está prohibida en estas circunstancias, y solo deberá encenderse en caso de niebla densa o lluvia muy intensa.
Cuando la lluvia es intensa y se acumula en el pavimento, el neumático puede dejar de tener contacto con el suelo porque no es capaz de expulsar el agua que se acumula delante de él cuando está girando. Este hecho se denomina aquaplaning, y para evitarlo, el conductor debe reducir la velocidad para no perder adherencia, mantener la presión de inflado de los neumáticos dentro del margen indicado por el fabricante y situar los que estén en mejores condiciones de dibujo en el eje trasero.
En caso de nevada, es obligatorio encender, al menos la luz de posición y cruce, y la antiniebla delantera si se dispone de ella. La trasera está prohibida, salvo en caso de fuerte nevada. La conducción debe realizarse por las roderas que haya dejado otro vehículo si hay bastante nieve en la calzada, y en paralelo a ellas en caso de que haya poca nieve. Es conveniente circular a poca velocidad y de manera constante.
El vehículo también debe estar en perfectas condiciones de mantenimiento mecánico. Para ello es fundamental comprobar el nivel de líquido refrigerante; el estado de los neumáticos y su presión; el estado del limpiaparabrisas y el líquido lavaparabrisas; el aceite lubricante y las luces.