Messi saltó en la segunda mitad en sustitución de Iniesta. / Efe
FÚTBOL | primera división

El campeón sigue sin ser superior al aspirante

Atlético y Barça firman tablas en un partido muy equilibrado y táctico que mantiene líderes a los azulgrana y les otorga el título simbólico de invierno

MADRID Actualizado: Guardar
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El campeón sigue sin ser superior al candidato que aspira a romper el duopolio de la Liga. No lo fue en ninguno de los dos partidos de la Supercopa, y tampoco en el del torneo de la regularidad en el Calderón que decidió al líder de la primera vuelta y el título simbólico de invierno. El Atlético aguantó de nuevo al Barça gracias a su disciplina y a su intensidad y, en un duelo muy equilibrado y táctico, de escaso espectáculo, no sólo no salió derrotado ante tan poderoso rival, sino que en algún momento llegó a acariciar la victoria. Lo que ha conseguido este gran Atlético de Simeone es hacerse respetar por el Barcelona, e igual que los rojiblancos del estilo destructivo y eficaz dieron al final las gracias por el empate, los azulgrana del toque sin chispa, con Messi y Neymar suplentes, también tuvieron que conformarse con un punto. Los rojiblancos, acostumbrados a tanto sacrificio, volvieron a desactivar a los culés en un choque en el que mandaron las defensas y ambos equipos se dieron por satisfechos.

El Atlético fue mejor tras el descanso y el Barça en el primer tiempo, cuando curiosamente las oportunidades, muy escasas, las tuvieron los locales. Una fantástica internada de Arda Turan en un arranque rojiblanco espectacular, de equipo grande y sin miedo, y un remate muy forzado de Diego Costa tras una jugada a balón parado. Esa es una de las principales armas de los de Simeone, pero esta vez no funcionó. Después de 10 minutos de ensueño en los que el Atlético apabulló al Barça con una presión endiablada y un ataque sin tregua, el Barcelona consiguió sin embargo frenar el ímpetu local a base de toque, pausa y temple, liderado por un Iniesta que ya no saldría en la segunda parte a causa de una contusión en la rodilla tras uno de los golpes que recibió de un conjunto conjurado para contener y contragolpear. Sin embargo, la defensa azulgrana, con las ayudas de Jordi Alba a Piqué y Mascherano, estuvo enorme en un encuentro en el que el ‘Atleti’, tras no conseguir su objetivo, que era marcar pronto un gol, como ocurrió en la ida de la Supercopa, se echó atrás a esperar a un enemigo con problemas para profundizar.

El Atlético cambió al cuarto de hora la ambición, el atrevimiento y el buen juego por la solidez defensiva, pero el Barcelona, paciente y sacrificado, no tardó en equilibrar y empezar a mandar con el balón, hasta terminar el último cuarto de hora previo al descanso casi acorralando a los rojiblancos. Con Pedro en un magnífico estado de forma, todo lo contrario que Villa, que no existió mientras Diego Costa no se cansaba de bregar, buscar y pedir balones en largo, los azulgrana, como era previsible, acabaron ese período siendo superiores a un rival muy precavido. El plan del Tata Martino se había cumplido en la primera parte. El de Simeone, sin embargo, no había encontrado el premio del gol, pese a los esfuerzos de sus jugadores por entregarse a la intensidad y el trabajo colectivo. Frente a este Barcelona se necesitaba más. Sobre todo, pegada, y con Piqué y Mascherano tan concentrados, fue imposible que Diego Costa coronase su actuación con un gol que el Atlético no dejó de buscar en el inicio con fútbol veloz y fluido, aunque después esperase a la contra.

Cada uno mantuvo su estilo. El del Atlético, el del orden táctico y el despliegue incansable, y el del Barcelona, el de la paciencia y el sobe de balón hasta encontrar espacios que era complicado que apareciesen dado el orden táctico del equipo de Simeone. Así, el ‘Atleti’ apenas sufrió atrás en la primera mitad, pese a que mientras fue yendo a menos, el Barça fue creciendo con su fútbol, al que le faltaba claridad en los últimos metros. Porque también estaban ahí Miranda y Godín y no les faltaban ayudas defensivas a los locales. Sin embargo, con el Atlético tirado atrás, era muchísima la distancia que tenía que recorrer Diego Costa cada vez que recibía e intentaba encarar a Valdés, y los azulgrana se fueron al descanso relativamente tranquilos. El empate les valía, y todavía tenían que salir Messi y Neymar.

Martino recurrió al argentino en el intermedio y muy pronto dio el primer aviso con una jugada parecida a la que protagonizó al principio Arda Turan y que Piqué impidió que acabase en gol. Sin embargo, la de ‘La Pulga’ se frustró con un choque en la rodilla que puso un nudo en la garganta a los culés. Faltaba Neymar, y parecía que con los dos cracks azulgrana el Barcelona iba a encontrar el camino, pero el Atlético nunca desfalleció, y tras dejarse de nuevo dominar por los azulgrana en los primeros minutos de ese período, volvieron a crear y llegar. Sin temor. Porque los rojiblancos decidieron dar de nuevo un paso adelante y volvieron a llegar y poner cerco a la portería de Valdés. En el bando contrario, Neymar decepcionó. En cambio, con Messi sí que había auténtico miedo, porque la amenaza era constante. Las tres oportunidades más claras de las que dispuso el Barcelona en el segundo tiempo fueron de su gran estrella, ya que la segunda la cabeceó fuera por poco y en la tercera puso a prueba a Courtois. Si no llega a ser por el portero belga, un gol a falta de 10 minutos hubiera sido letal para el Atlético, que acabó pidiendo la hora encerrado en su área.