Ancelotti (i) habla con Di María en un entrenamiento. / Emilio Naranjo (Efe)
Fútbol

El Madrid multará a Di María

El futbolista dice que sólo se la acomodó y su mujer considera «vergonzoso» que traten de «ensuciarle»

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El obsceno y aparentemente provocativo gesto de Ángel Di María, que se llevó la mano a sus genitales cuando fue sustituido por el galés Gareth Bale y silbado por buena parte de la afición en el transcurso del choque liguero que enfrentó el lunes al Real Madrid y al Celta en el Santiago Bernabéu, supone una vuelta de tuerca más en un caso que amenaza con enquistársele al club blanco.

Más allá de negaciones, disculpas, desmentidos y ataques a la prensa, Di María quiere irse en este mercado de invierno porque considera injusta su suplencia en el Madrid, teme perder la titularidad en la 'Albiceleste' de cara al Mundial de Brasil y maneja una suculenta oferta del Mónaco, según filtró a finales de 2013 uno de sus representantes, Eugenio López. Pero Carlo Ancelotti le ha cerrado la puerta de salida, al menos hasta que concluya la temporada.

«No hay caso Di María. Tengo la puerta de mi despacho abierta y él no ha venido a hablar conmigo. No hay problemas y si él los tiene, sólo se tratarían en verano», zanjó el preparador de Reggiolo, tras el choque de ida de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Olímpic de Xàtiva, cuando Di María pareció decir algo al banquillo al ser reemplazado por Benzema, y se marchó directo a los vestuarios. Días antes, Zidane le pidió sin éxito que calentara con más intensidad en El Sadar, donde apenas aportó al equipo cuando entró en el campo.

Di María y su entornó están descontentos porque entienden que el cuerpo técnico se contradice. En verano, cuando Özil fue traspasado por 50 millones al Arsenal en una operación relámpago, Ancelotti explicó que prefirió quedarse con Di María antes que con el alemán por cuestiones deportivas, no económicas. Fue una forma de desmentir que el Madrid necesitaba esos ingresos para poder acometer la contratación de Gareth Bale por el doble. Di María comenzó jugando pero, en cuanto el galés se recuperó, el 'Fideo' perdió el sitio y comenzó a quemarse.

De momento, el Real Madrid ha decidido expedientar al futbolista argentino para estudiar sus alegaciones antes de sancionarle. Aunque el extremo insiste en que no realizó un gesto contra nadie y que, simplemente, se acomodó sus partes de forma «natural», en la entidad presidida por Florentino Pérez no ha gustado nada esta reacción que se considera despectiva hacia la afición del Bernabéu. Y exigió una disculpa pública al internacional argentino que llegó a media tarde del martes.

«Hice un gesto normal cuando estaba saliendo. No quise hacer nada para el público ni tampoco para el míster como se estuvo diciendo. Fue algo natural que hace cualquier hombre y más cuando estás corriendo. Uno dentro del campo lo hace muchas veces. Si hubo gente que se sintió mal por eso pido disculpas, pero no fue para nadie. En la televisión se ve que es una milésima de segundo. No es nada. No es que me quede un tiempo largo haciéndolo a propósito», adujo el 'Fideo' a través de los medios oficiales del club.

Di María considera «correcto» el expediente abierto para poder alegar aclararlo todo, y asegura estar «muy bien en el Real Madrid», «trabajando de la misma forma y con la confianza del entrenador».

Horas antes y sólo ante los medios argentinos, Di María acusó a la prensa de llevar a las portadas un gesto que con otros pasaría desapercibido, y no se mojó a la hora de referirse al Balón de Oro. «Creo que los tres (Cristiano, Messi y Ribéry) están pasando un buen momento y cualquiera puede ganar, pero no me gusta opinar ni meterme. Si hablo después acá se arma quilombo (lío) en todos los lados. Que lo decidan los que deben», subrayó.

«Quilombo»

Antes del «quilombo», Ancelotti ya trató de quitar hierro al asunto. «Si ha sido como dicen, ha cometido un error. Pero yo no lo vi. Le di la mano y después no sé qué hizo. Para mi no pasa nada. Él trabajó durante el partido y le cambié para refrescar el equipo y abrir la defensa contraria. Puede que se equivocase pero ¿quién no comete errores?, se preguntó Carletto el lunes, en conferencia de prensa. Cristiano se lo tomó a broma. «Para mí fue una situación normal. ¡Yo también lo he hecho muchas veces!», recordó.

La más indignada por lo acontecido es la mujer de Di María, quien realizó una encendida defensa de Di María en su cuenta de Instagram. «¡Ensuciarte es muy fácil, hacer bajar los brazos es imposible! ¡A mentes pequeñas y palabras insignificantes, oídos bien sordos! Vergonzoso darle más importancia a tu 'acomodo' que a una gran victoria del Real Madrid. ¡Gente tonta sí la hay!», reza el alegato de Jorgelina Cardoso.