El Rey agradece al Ejército su «serenidad» por la seguridad nacional

El Rey ha reaparecido hoy públicamente en el acto de la Pascua Militar, la tradicional apertura del curso castrense, tras su convalecencia de dos meses por la operación de su cadera izquierda. Ayudado por dos muletas, Don Juan Carlos se ha bajado del vehículo que le trasladó hasta el Palacio Real acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias.

Como ya ocurrió el año pasado, el Rey no ha pasado revista a las tropas en el Plaza de la Armería, con mucho menos públicos que en otras ocasiones, y se ha dirigido en ascensor al Salón del Trono, en la primera planta, para saludar a los asistentes y pronunciar su discurso ante la cúpula militar.

El Jefe de las Fuerzas Armadas ha animado a sus subordinados “a perseverar en vuestra ejemplaridad y en vuestra vocación de servicio. A seguir transmitiendo confianza y serenidad. A continuar trabajando unidos por la seguridad y el bienestar del conjunto de los españoles. A ser, de esa manera, los primeros en ofrecer y los últimos en recibir”, ha señalado.

Don Juan Carlos, visiblemente más delgado a causa de sus dos operaciones de cadera, la última en noviembre, ha agradecido el compromiso de las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil para contribuir con “patriotismo, solidaridad y generosidad” a la “mayor fortaleza de nuestro Estado de Derecho y a la defensa de los legítimos intereses de España en el mundo”.

Durante su discurso, apoyado en un atril móvil colocado frente a su silla, el Rey leyó con un tono apagado, lento, incluso se equivocó en varias ocasiones antes de finalizar con un sonoro “¡Viva España!” por parte de los asistentes. Entre ellos estaba el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los ministros de Defensa e Interior, Pedro Morenés y Jorge Fernández Díaz, respectivamente, y la cúpula militar al completo con el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Fernando García Sánchez, a la cabeza.

Previamente, Morenés hizo un discurso más profundo, en clave castrense pero con alguna referencia a la situación económica y social del país y la limitada operatividad del Ejército, y ha recordado que la esencia del comportamiento de los militares reside “en los valores de disciplina, obediencia y jerarquía”, la columna vertebral de la institución.

Sobre la jerarquía militar, ha dicho que su fortaleza “garantiza, en el silencio de su comportamiento ejemplar y responsable, el bien común de toda la sociedad española, que se sustenta en los principios de soberanía nacional, la unidad y la solidaridad de toda la nación española”, en un claro guiño al debate soberanista en Cataluña.