'Time' sitúa el «relaxing cup» de Botella entre las meteduras de pata del año
La discutida intervención de la edil madrileña ante el COI ocupa la séptima posición del ranking elaborado por el semanario, que lidera el canadiense Rob Ford
MADRID Actualizado: GuardarEl año que está a punto de tocar a su fin no será recordado como el más fructífero para los españoles. Entre otros sinsabores, hemos asistido al tercer varapalo consecutivo recibido por Madrid, que reincidió sin éxito en la carrera olímpica. Pero la decepción de aquella lluviosa noche de septiembre quedó eclipsada por una intervención que dio la vuelta al mundo. Ana Botella, regidora de la capital, pronunció un apologético discurso sobre las bondades de la villa que adquirió una dimensión inesperada. El mejorable inglés de la alcaldesa y alguna que otra perla ya integrada en el acervo popular tuvieron una resonancia que ahora reconoce el prestigioso semanario ‘Time’ en un peculiar balance.
Bajo el título ‘The Year in Mayor’s Gaffes’ (Las mayores meteduras de pata de los alcaldes), el rotativo confecciona un ranking con las actuaciones más desafortunadas protagonizadas por ediles de todo el mundo y en el que Ana Botella y su “relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor” ocupa un estimable séptimo puesto. Lejos queda la representante madrileña del líder indiscutible de la lista: Rob Ford, el díscolo alcalde de Toronto. En cuestión de semanas, el edil canadiense se vio obligado a reconocerse como consumidor habitual de crack tras ser sorprendido por una cámara mientras cerraba un trato con su ‘dealer’. Una conducta dudosa que no le impide seguir rigiendo el Consistorio, pese a afrontar además acusaciones de acoso sexual.
Junto a ellos aparecen otros ‘ilustres’ servidores de la cosa pública como Bob Filner, alcalde de San Diego, sobre el que pesan hasta 17 cargos de abusos sexuales o el edil de Osaka, Toru Hashimoto, que aconsejó a los marines japoneses recurrir a prostitutas para “relajarse” y mejorar su rendimiento en el campo de batalla. Poco afortunada recomendación para un pleno en el que se recordaba a las 200.000 jóvenes que fueron raptadas para resarcir las pulsiones sexuales de las tropas imperiales en la Segunda Guerra Mundial.