Policías desplegados frente a los manifestantes en Kiev. / Foto: Vasily Fedosenko (Reuters) | Vídeo: Atlas
tensión política

La Policía ucraniana se retira del centro de Kiev

Los manifestantes ocupan otra vez la Plaza de la Independencia y levantan nuevas barricadas

ENVIADO ESPECIAL A KIEV Actualizado: Guardar
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Después de una noche de choques entre la Policía y los manifestantes y el desmantelamiento de la mayor parte de las barricadas levantadas en la Plaza de la Independencia de Kiev, llamada simplemente la Plaza (Maidán en ucraniano), los antidisturbios trataron esta mañana de desalojar el edificio de la Alcaldía. Pero fracasaron en el intento, ya que tuvieron que hacer frente a una encarnizada resistencia de sus ocupantes, en su mayoría activistas de la formación nacionalista Svoboda (libertad). Les arrojaron agua desde las ventanas que, con las temperaturas de siete grados bajo cero que hay en la calle, se congelaba de inmediato.

En el Maidán hubo momentos durante la noche cuando parecía que las fuerzas de seguridad estaban ya cerca de conseguir disolver completamente la acampada, pero los manifestantes volvían a llenar los huecos que iban quedando libres tras el avance de los agentes. Los destacamentos antidisturbios 'Bérkut' entraron en la Casa de los Sindicatos, que ha venido siendo el cuartel general de la oposición desde que comenzaron las protestas, pero por la mañana el inmueble, que se encuentra en la misma Plaza de la Independencia, volvió a pasar a manos de los manifestantes.

Hacia las 10 de la mañana, una hora menos en España, todo el dispositivo policial desplegado en el centro de Kiev se retiraba en autobuses. Los congregados gritaron en ese momento "¡a casa, iros a casa!". Seguidamente, toda la plaza cayó en manos de la revuelta y se inició de nuevo la construcción de barricadas. Las estaciones de metro fueron abiertas y también los comercios mientras discurrían los habituales mítines y actuaciones musicales.

Durante una reunión urgente del Gobierno, convocada esta mañana, el primer ministro, Nikolái Azárov, aseguró que "no se empleará la fuerza contra los manifestantes. De lo que se trataba era de despejar las calles para garantizar el normal funcionamiento de la ciudad". Por su parte, el ministro de Interior, Vitali Zajárchenko, cuya dimisión exige la oposición, declaró a través de una nota de su ministerio que "quiero tranquilizar a todos, no habrá disolución por la fuerza del Maidán. Nadie pretende atentar contra el derecho de los ciudadanos a protestar pacíficamente".

La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, que sigue en Kiev y el martes se entrevistó con el presidente, Víctor Yanukóvich, y visitó a los manifestantes en la Plaza de la Independencia, ha manifestado a través de Twitter que "las autoridades no tenían que actuar bajo la cobertura de la noche para dirigirse a la sociedad mediante el uso de la fuerza". El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, también ha deplorado la actuación de la Policía en Kiev.

Tras lo sucedido, no está claro qué va a pasar con la "mesa redonda" de diálogo que el expresidente, Leonid Kravchuk convocó para hoy con el objetivo de buscar un compromiso entre el poder y la oposición que desactive la actual crisis. El líder del partido opositor UDAR, el boxeador Vitali Klichkó, ha manifestado que ahora las posibilidades de llegar a un acuerdo se han reducido prácticamente a nada y sólo la dimisión del Gobierno y Yanukóvich puede dar una salida a la situación.