Los Raptors amargan el regreso de Kobe Bryant

«Un completo fracaso». Contundente y preciso. Así resumió Kobe Bryant su retorno a las pistas de baloncesto tras casi ocho meses en el dique seco. La estrella de Los Angeles Lakers fue muy crítico con su actuación y la definió de forma especialmente escatológica: « En estos momentos, mi forma física es una mierda de caballo».

Y es que la vuelta de la ‘Mamba Negra’ después de romperse el tendón de Aquiles izquierdo el pasado 12 de abril no fue precisamente el soñado, pese a que todo se había preparado con esmero para que se convirtiera en una fiesta triunfal. El ‘24’ volvía en casa, con una afición entregada a su ídolo, y frente a un rival con balance negativo y que había traspasado horas antes a su principal jugador.

Con el Staples Center a oscuras, su imagen en el videomarcador y bajo las rotundas notas de la Marcha Imperial de La Guerra de las Galaxias se presentaba de nuevo un Kobe que se fundía en un círculo cerrado junto con sus compañeros para conjurarse y derrotar a los Toronto Raptors. Pero lo que vino a continuación fue una pesadilla transformada en la peor realidad, con una sonrojante derrota y una pobre actuación del escolta.

El objetivo de volver a la NBA tras una lesión tan grave como la que sufrió el cuarto máximo anotador de la liga estadounidense se cumplió con creces -«Me he partido el culo trabajando durante el verano para que llegara este momento», explicaba Bryant-, pero se mostró contrariado en la rueda de prensa posterior al choque. Pese a reconocer que se encontró «bien» al pisar la cancha, el capitán de los púrpura y oro dijo sentirse «raro al tirar» y al moverse por el campo, aunque pasó rápidamente página para «recuperar las piernas» cuanto antes y seguir recorriendo el camino para volver a ser el jugador decisivo de siempre.

Para las estadísticas deja los nueve puntos, ocho rebotes y cuatro asistencias en los 28 minutos que disputó y en los que se le vio absolutamente falto de ritmo, lento y desafortunado. Sólo anotó dos de los nueve lanzamientos que intentó y cometió ocho pérdidas de balón. Cifras indignas para uno de los grandes de la historia de la NBA, pero reseñables para un hombre de 35 años que ha recortado más de un mes de recuperación a una lesión que supondría la retirada para cualquier jugador tan veterano como el de Filadelfia.

Su lugarteniente en el equipo se mostró feliz por ver de nuevo al ‘24’ en su hábitat natural. Para Pau Gasol, «todo lo que fuera jugar le iba a dar confianza». El pívot catalán, al que Kobe llama cariñosamente «hermano», desveló que el vestuario estaba «muy contento» con la reaparición de su líder, pero no ocultó su pena por su «errática» actuación y por no saber «utilizar la energía generada en el público» para obtener un triunfo importante.

Los Raptors se llevaron la victoria (94-106) con una rotación en la que sólo participaron ocho jugadores, tras el intercambio con los Kings, que incluyó la marcha a Sacramento del anotador de los canadienses Rudy Gay. Los Lakers lo pusieron fácil. Ninguno de sus titulares alcanzó la decena de puntos, por lo que el esfuerzo del banquillo -71 puntos de los suplentes- fue baldío ante un simplemente correcto Toronto.

Gasol estuvo especialmente desafortunado - siete puntos, con tres aciertos de once intentos, y 8 rebotes-, y recibió los abucheos de la hinchada angelina. El español, que se recupera de un esguince de tobillo, contó que aún siente molestias, pero no las empleó como excusas y asumió su mal partido y las críticas de los aficionados. «El público expresa lo que siente y lo que quiere. Intentaré hacerlo mejor el siguiente partido y ayudar más al equipo -concluyó -. No estoy al 100%, pero trato de jugar con las molestias en el tobillo y voy a seguir así».