Cristiano se va y el Madrid se levanta
En un partido con protagonismo español, los blancos jugaron su mejor choque de la temporada, también sin su goleador, que se retiró por precaución
MADRID Actualizado: GuardarDado que estaba en estado de gracia y lanzado a por un Balón de Oro que se está mereciendo en su mejor año, lo lógico era que Cristiano Ronaldo marcase en Almería, en siete partidos consecutivos por primera vez en su carrera, pero la noticia no fue su voracidad ni la goleada del Real Madrid al recién ascendido, sino que el portugués abandonó el campo al comienzo del segundo tiempo. Con un problema muscular en su muslo izquierdo, tras una de sus habituales cabalgadas, Cristiano se retiró e hizo saltar las alarmas, pero tan sólo se marchó por precaución. Su lesión, un simple 'bocadillo', no tiene importancia. Incluso podría jugar el miércoles contra el Galatasaray en la 'Champions'. Lo mejor para el Madrid es que cuando se quedó sin su faro, no acusó su ausencia. Al contrario. Cristiano dejó vía libre a quienes pretendían reivindicarse.
Con Cristiano y sin Cristiano jugaron los blancos su mejor partido de la temporada tras la mejoría experimentada ante la Real Sociedad. Desbocado Cristiano y desbocado el Madrid en un arranque espectacular del equipo de Ancelotti, el Madrid borró del campo al Almería en media hora espectacular. Sin embargo, cuando su crack abandonó el césped entre aplausos, el Madrid que andaba en ese momento desorientado se levantó y le endosó otros cuatro al Almería, en un partido muy completo del conjunto de Ancelotti, con protagonismo español en el once y también en la autoría de los goles. El técnico italiano cambió el sistema, alineó a Illarramendi como pareja de su maestro Xabi Alonso y a Isco como mediapunta, y el Real Madrid jugó de manera brillante y salió triunfante del estadio de los Juegos del Mediterráneo, con una actuación notable.
En esta ocasión, el mérito no fue sólo de Cristiano, sino del colectivo, entregado a una causa y liderado en el centro del campo por un futbolista indispensable (Xabi Alonso) que desde que ha regresado le ha cambiado la cara al Madrid. El equipo de Ancelotti, ahora más liberado y con mayor talento, fue una avalancha durante una primera media hora primorosa en la que su fútbol y su esfuerzo se quedaron muy cortos en el marcador. Cuando fue una avalancha y mejor jugó el Real Madrid, sólo hubo un gol. Sin embargo, en sus momentos de más sosiego, con menos sacrificio, obtuvo un resultado contundente. Cierto es que el Almería fue un rival muy débil, aunque soñó con el empate porque los blancos volvieron a relajarse y se partieron por momentos por el medio, pero el Madrid pasó por encima del conjunto andaluz con una demostración de autoridad.
Es lo que se le exige a un equipo de tantísimo potencial. Que mande, que juegue, que golee y que no conceda tantísimas ocasiones al contrario. Y que no sólo piense en el contragolpe y en aguantar un marcador pírrico. El Madrid pasó por encima de un Almería sin pólvora arriba, aunque Diego López también debió exhibirse en un par de ocasiones, y firmó un choque que confirma su progresión, a la espera de enemigos de mayor enjundia. Ancelotti ya había encontrado dibujo (4-3-3) y once tipo, y cuando la grave lesión del cuestionado Khedira hacía pensar a muchos en sufrimiento, llegó el momento de los jóvenes para reclamar un sitio. Ante contrarios de tal entidad, al Madrid le debe sobrar y bastar con un doble pivote creativo (Illarra-Alonso). Isco, apartado de la banda izquierda a la que le llegó a llevar Ancelotti y en la que no aportó nada antes y llevado por fin a su posición de enganche, también debe recuperar la confianza perdida. Ante los almerienses el malagueño dio una asistencia y marcó un gol y, aparte de la 'BBC', otra vez letal, Morata también vio puerta. No podía ser de otra manera con 34 remates del Madrid, 15 de ellos a portería. Un abuso.