Gil Tamayo: «La Iglesia necesita salir de las páginas de sucesos»
El nuevo secretario general y portavoz dice que los obispos no serán “profetas de calamidades”
MADRID Actualizado: Guardar"La Iglesia necesita salir de las páginas de sucesos y ocupar las de sociedad". Quien así habla es el nuevo secretario y portavoz de la Conferencia Episcopal, José María Gil Tamayo, quien hoy ha imprimido un nuevo estilo en su papel de cara y voz de los obispos. Gil Tamayo se presentó como “cura y periodista” en su primera comparecencia informativa, y como tal ejercerá su tarea “mirando a Roma con simpatía”.
Frente a una jerarquía eclesiástica propensa a las admoniciones, impregnada muchas veces de concepciones pesimistas, el sacerdote del Opus Dei lanzó un mensaje algo más luminoso. “No somos profetas de calamidades, sobre todo cuando hay gente sufriendo”.
Recién llegado al cargo, aún no tiene diseñada una estrategia de comunicación, pero sí que se encargará de ejercer de portavoz. Cabía la posibilidad de que delegara la misión de lidiar con la prensa a un vicesecretario. Pero Gil Tamayo está baqueteado en estas lides. No en vano, fue portavoz para medios en lengua española durante el cónclave en el que fue elegido Francisco como sucesor de Benedicto XVI.
En línea con las exhortaciones de Jorge Mario Bergoglio a los miembros del clero para que sean pastores y se acerquen al pueblo, el portavoz de los obispos prometió acatar el mandato. “No vamos a ser gente de sacristía ni que arrolla las libertades de los demás, sino a ofrecer nuestra propias convicciones con simpatía y alegría.
"La Iglesia será la voz en los ambientes donde la pobreza, donde los más excluidos están viviendo. Su papel es insustituible entre los que sufren la crisis, ilumina a la sociedad, porque la Iglesia es una institución de sentido en la sociedad española".
Dejó claro que es un mero transmisor de las palabras de los prelados. "Lo de menos será mi opinión, que no cuenta. Lo que cuenta es la opinión de los obispos".
El recién elegido secretario general del episcopado por una holgada mayoría de 48 votos exhibió maneras corteses y, antes de entrar en la sala de prensa, estrechó uno por uno la mano de todos los periodistas presentes.