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Rosario Porto habría matado y trasladado el cadáver de su hija Asunta sola, pero con el apoyo intelectual del padre
El sumario revela que la madre la asfixió con un objeto aún por determinar tras esperar a que el Orfidal durmiera a la pequeña y que fue el padre quien le suministró la "dosis tóxica"
SANTIAGO DE COMPOSTELA Actualizado: GuardarLas pruebas contra los padres de Asunta, la menor asesinada el pasado 21 de septiembre en Santiago de Compostela, son contundentes. Así se desprende de la instrucción del caso sobre la cual el juez Vázquez Taín acaba de levantar el secreto de sumario. A lo largo de los cinco tomos que ya se encuentran a disposición de las tres partes personadas en el caso, los padres de la niña y la asociación Clara Campoamor, se concluye que tanto Rosario Porto como Alfonso Basterra habrían participado en el asesinato de su hija, aunque de modo desigual. El juez atribuye a la madre el papel de ejecutora del crimen mientras que considera que el padre habría prestado su apoyo intelectual.
Según se desprende de la instrucción, la triangulación del teléfono móvil de Rosario Porto la sitúa en el lugar del crimen incluso a la hora exacta a la que se estima que murió la pequeña Asunta, que falleció tras haber ingerido una dosis de un potente ansiolítico diecisiete veces superior a la recomendada. Además, las pruebas indican que la madre de la niña habría sido la encargada de trasladar el cadáver hasta la pista forestal de Teo, una localidad cercana a Santiago, en la que fue hallado el cuerpo. De este modo, el sumario descarta la implicación de una tercera persona tanto en la muerte como en el traslado del cuerpo de la menor, tal y como se había pensado.
Sin embargo, la investigación apunta a que el padre de la niña no sólo conocía las intenciones de su mujer, sino que dio su consentimiento. Además, se cree que Alfonso Basterra fue el encargado de comprar la elevada dosis de Orfidal con la que fue drogada la pequeña en una farmacia cercana a su domicilio. Así, el auto confirma que se le acusa de "aprovechar varias ocasiones que la menor pernoctó en su domicilio, para drogarla con altas dosis de orfidal". En este sentido, subraya que la propia Porto reconoció que su exmarido "tenía orfidal en su domicilio", pese a que éste habría desmentido a su exmujer. También, en base a la declaración de Rosario, se le acusa de haber intoxicado supuestamente a la menor "al menos en una ocasión, con polvos blancos que no ha explicado de qué se trataba", añade sobre el testimonio que, según el auto, aportó la madre de Asunta.
Autos de prisión
En los respectivos autos de prisión, apelados infructuosamente, el magistrado José Antonio Vázquez Taín ve "clara" la presunta participación de la abogada Rosario Porto en la muerte, y en el caso del periodista Alfonso Basterra introduce un matiz. "Ha de considerarse que los indicios apuntan firmemente a que el fallecimiento de Asunta se produjo en una sucesión de actos, alguno de los cuales, indiciariamente, se pueden imputar a Alfonso", razona el juez, quien añade que Basterra estaba "con Asunta en dos incidentes anteriores en los que la menor sufrió también presuntas ingestas de fármacos".
Las providencias, entregadas en su totalidad a las partes, corresponden al día 27, cuando se ordenó el encarcelamiento de Porto y Basterra en régimen de prisión provisional comunicada y sin fianza, y, por ende, son anteriores a los últimos informes toxicológicos recibidos en el juzgado de instrucción número dos de Santiago estos días. Entre Porto y Basterra no ha existido contacto en el penal coruñés de Teixeiro y a ambos se les ha aplicado el protocolo de prevención de suicidio desde su ingreso. En los autos se alude, asimismo, a las "gravísimas penas a las que se enfrentan" ambos para justificar la prisión preventiva y, en lo que atañe al riesgo de fuga, si en el caso de Basterra se menciona que carece "prácticamente de arraigo" en Compostela "salvo alguna amistad", en el de Porto se hace constar que dispondría para una eventual huida de "importantes medios económicos y contactos con otro país".
En el caso de Porto, además, el juez considera que "del mismo modo que groseramente ha cambiado su versión de si la niña fue o no el sábado 21 de septiembre a la casa de Montouto, podría intentar cambiar todas las explicaciones ofrecidas a sus incongruencias". En el informe elaborado por la Policía tras la primera declaración en comisaría de los padres de la menor, Rosario Porto cuenta que ella misma dejó a su hija en su domicilio, en Santiago, realizando sus tareas escolares mientras salía a la calle a realizar unas gestiones, "no dejando la puerta cerrada con llave". No menciona la vivienda familiar de Teo, algo que sí hace luego ante el juez después de que el visionado de las cámaras situasen a Asunta junto a ella en su coche cuando supuestamente la niña ya estaba desaparecida.