«Psicosis colectiva» en Valladolid por el 'violador del ascensor'
El subdelegado del Gobierno reconoce que Pedro Luis Gallego es "un hombre libre" y que, aunque "no está confirmada" su presencia en la ciudad, es normal la "intranquilidad" generada entre los vecinos
VALLADOLID Actualizado: GuardarEl subdelegado del Gobierno en Valladolid, Antonio Martínez Bermejo, ha reconocido "cierta psicosis colectiva y social" sobre la presencia en esta ciudad del llamado "violador del ascensor" y ha pedido "confianza" en la labor preventiva de la Policía y de la Guardia Civil.
Preguntado por los periodistas sobre la presencia en Valladolid de Pedro Luis Gallego conocido como el "violador del ascensor", excarcelado la semana pasada en virtud de la sentencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que derogaba la Doctrina Parot, el subdelegado del Gobierno ha señalado: "No tenemos confirmación oficial de su presencia en esta ciudad".
El subdelegado ha reconocido que Gallego, ante de ser recluido en prisión, tenía fijada su residencia en Valladolid y es un "hombre libre", por lo que puede residir en esta ciudad y ha comprendido por ello la "intranquilidad" generada entre algunos vecinos. De todas formas, Antonio Martínez Bermejo ha advertido que la Policía permanece alerta en su función de prevenir la "actitud delictiva que pueda tener cualquier ciudadano", en referencia a Pedro Luis Gallego.
El subdelegado del Gobierno ha pedido "tranquilidad" y "confianza" en el trabajo de la Policía y de la Guardia Civil pero ha insistido en que Gallego es "un hombre libre" y en que "no está confirmada" su presencia en Valladolid.
Vecinos alertan de que se encuentra en la provincia
Sin embargo, la sala de operaciones de la Policía Nacional recibió ayer las primeras llamadas de distintos vecinos alertando de la presencia (real) de Pedro Luis Gallego en la provincia. Lo cierto es que las descripciones sobre su físico actual que aportaron algunos de estos testigos, no todos, sí coinciden de pleno con sus rasgos, que nada tienen que ver con sus fotos históricas de los noventa. Muchos de ellos, incluso, llegaron a pedir su detención.
Las distintas fuentes consultadas apuntan a que el exrecluso vallisoletano, de 54 años recién cumplidos y que ha cambiado su imagen de forma radical -tiene el pelo rapado y ya no luce perilla-, pasó sus primeras horas en Madrid, donde fue recogido por uno de sus allegados para ser trasladado apenas unas horas después a un municipio de la provincia vallisoletana, si bien todo apunta a que no se habría trasladado a la capital, al menos, de forma estable, aunque en ella se encuentra su domicilio oficial a efectos de notificaciones, según la dirección que él mismo facilitó a la prisión.
Las mismas fuentes apuntan a que su intención, y la de su familia, sería que abandonara a corto plazo la provincia «en cuanto encuentre algo». No será fácil, y más después de que la fotografía con su rostro actual -legalmente es un ciudadano más- circula desde ayer inundando todas y cada una de las redes sociales.