La presidenta Dilma Rousseff junto a la viuda de Joao Goulart, María Teresa. / Efe
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Brasil honra a Goulart e investiga si fue envenenado

Los restos del exmandatario recibieron en Brasilia las honras fúnebres de jefe de Estado que le negó la dictadura

MADRID Actualizado: Guardar
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Aunque de forma algo tardía y sin muchas prisas, Brasil sigue dando pasos para afrontar y esclarecer lo sucedido bajo la dictadura. Sigue en vigor la ley de amnistía promulgada durante el régimen militar de Joao Baptista Figueiredo y la vía judicial de depuración de posibles responsabilidades jurídicas en la violación de los derechos humanos permanece cegada. Sin embargo, se ha puesto en marcha una Comisión de la Verdad que trata de averiguar qué sucedió y aumentan las iniciativas que tratan de avanzar en la investigación histórica.

Una iniciativa relevante en ese largo proceso arrancó el pasado miércoles en la localidad brasileña de Sao Borja, en donde fueron exhumados los restos mortales de Joao Goulart, el expresidente derrocado en 1964 por los militares. Tras los análisis forenses, el ataúd fue colocado en una urna funeraria especial y trasladado a Brasilia para que el expresidente recibiera las honras fúnebres de jefe de Estado que le fueron negadas por la dictadura militar. El acto estuvo presidido por la actual mandataria, Dilma Rousseff, acompañada de los expresidentes José Sarney (1985-1990), Fernando Collor de Mello (1990-1992) y Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010).

Tras su exhumación, los restos fueron analizados por varios equipos de expertos para tratar de averiguar la verdad sobre su muerte ante las fuertes sospechas de que fue envenenado como parte del denominado Plan Cóndor de colaboración entre las dictaduras del Cono Sur. El régimen militar que gobernó el país hasta 1985, accedió en su día a la repatriación del cadáver de Goulart, pero determinó que fuese enterrado sin honores en Sao Borja, su ciudad natal próxima a la frontera con Argentina.

Pese a ser hijo de un terrateniente con extensas propiedades, Joao Goulart impulsó durante su presidencia una política avanzada que incluyó una amplia reforma agraria, la elevación de los salarios mínimos y una campaña de alfabetización. Estas y otras iniciativas dirigidas a los sectores más desfavorecidos, unidas a un intento de promover una independiente de Estados Unidos y de acercamiento a la URSS, disparó las alarmas en la derecha más inmovilista y en los militares . En plena guerra fría, Washington tampoco titubeó a la hora de promover el golpe de estado.

Goulart moriría en 1976 en el exilio argentino, aparentemente víctima de un ataque cardiaco, aunque no se le realizó la autopsia y existe la sospecha -así lo cree la familia- de que se introdujo veneno entre las medicinas que habitualmente tomaba. Al igual que en el misterioso accidente de automóvil en el que pereció el también expresidente brasileño Juscelino Kubitschek, se tienen indicios y testimonios de la intervención de agentes del Plan Cóndor. Los análisis forenses confirmarán o negarán las sospechas, pero es incuestionable que se produjeron numerosos casos de brasileños secuestrados o desaparecidos en Argentina y Uruguay, fruto de la cooperación de los gobiernos militares del Cono Sur.