Pfeiffer, en 'Malavita'. / RC
CINE | ESTRENOS

La tortuga mafiosa

Michelle Pfeiffer cede a los encantos de Luc Besson para interpretar 'Malavita', una comedia de acción y crimen organizado

MADRID Actualizado: Guardar
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La tortuga consiguió ser la más guapa de su ciudad y, de paso, darse la pequeña satisfacción de superar en algo al resto de las compañeras de instituto que la comparaban con el animalito por su gran boca. Michelle 'La Tortuga' la llamaban, hasta que la genética y el paso de los años hizo que rompiera los moldes hasta que se convirtió en Miss Los Ángeles. Michelle Pfeiffer (Santa Ana, Estados Unidos, 1958) comenzaba entonces una carrera que comenzó en la pequeña pantalla pero luego se lanzó al séptimo arte. Encadenó tres películas que le sirvieron de lección. La primera, 'Grease 2' (1982), para darse cuenta de que la crítica y el público pueden ser muy crueles. La película fue un absoluto fracaso. La segunda, 'Scarface' (1983), para sirvió para demostrar que Pfeiffer no solo era un rostro bonito sino que también una actriz con tablas. Era la esposa cocainómana de Tony Montana (Al Pacino), su primera incursión en el mundo de la mafia. Y la tercera, 'Lady halcón' (1984), fue el empujón que necesitaba la joven californiana para que el teléfono de su agente no dejara de sonar.

Pfeiffer comienza a alternar las comedias con apariciones televisivas hasta que encadena varias películas que la colocan en la cima y, sobre todo, le permiten ser una de las pocas actrices de cine que consigue seis candidaturas a los Globos de Oro de forma consecutiva. Se llevó el premio con 'Los fabulosos Baker Boys' (Steve Kloves, 1989), película que la convierte en un icono gracias, entre otras cosas, a sus posturas encima de un piano con un imposible vestido rojo. Cion este papel consiguió su segunda nominación a los Oscar tras 'las amistades peligrosas'. Su tercera y última candidatura fue por la película 'Por encima de todo', que le permitió ganar el Oso de Plata en Berlín.

'No' a Scorsese

Pfeifer estrena hoy 'Malavita', comedia disparatada y mafiosa de Luc Besson que protagoniza junto a Robert de Niro. Curiosamente, un actor con el que le unen muchas cosas pero con el que hasta hora no había compartido ninguna escena, aunque sí película -estuvieron juntos en 'Stardust' y 'Noche de fin de año'-. Entre esas cosas que les acercan está la mafia y Martin Scorsese. El director neoyorquino la eligió para 'La edad de la inocencia' y para 'Casino'. La actriz se apuntó a la pirmera película pero para la segunda dijo que no, que su papel se parecía mucho a la cocainómana de 'Scarface'. Su negativa le permitió a Sharon Stone hacer uno de sus mejores papeles de su carrera. En cambio, sí aceptó el papel en 'Malavita' porque le permitía dar un nuevo giro al género mafioso. «(La película) Trata de cómo interactúan entre ellos y con el mundo exterior, que es una de las grandes fuentes de humor de la película. Ellos mismos son sus peores enemigos y son imposibles porque sencillamente no saben comportarse», apunta la actriz.

A la exmarine de 'Mentes peligrosas' le encantó también poder trabajar en Europa a las órdenes de Besson: «Tienes que estar alerta en todo momento. Al mismo tiempo, hace que haya muy buena energía en la película. Luc es colaborador pero supe que tenía que tener mis ideas muy claras porque no pierde el tiempo debatiendo nada que no crea que vaya a funcionar». Si algo sorprendió a Pfeiffer durante el rodaje de la película, que versa sobre una familia de mafiosos que tiene que vivir en Francia porque el padre ha delatado a sus jefes, es la pasión y la organización de los europeos. «El set era más ajustado que la típica gran producción americana. El número de personas en el equipo técnico era la mitad, quizá, de lo que normalmente veo en un set. Todos trabajando a todo ritmo para sacar el trabajo adelante», explica Pfeiffer que, de momento, no tiene más proyectos a corto plazo.