El 'USS Zumwalt', el 28 de octubre en aguas de Maine.
PERDIDOS EN EL ESPACIO

La nave 'invisible' del capitán Kirk

Los océanos ocupan tres cuartas partes de la superficie terrestre, están en su mayoría inexplorados y, sin embargo, la ciencia ficción los tiene abandonados

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El buque más moderno de la Marina estadounidense es un destructor que parece salido de una película de ciencia ficción. De formas extrañas que lo hacen casi invisible al radar, pertenece a la nueva clase 'Zumwalt', llamada así por el almirante Elmo Zumwalt (1920-2000), un veterano de la Segunda Guerra Mundial, Corea y Vietnam. Ese será también el nombre de la primera de las tres unidades proyectadas, aunque también podría haber sido 'Enterprise', en honor a quien lo comandará cuando se haga a la mar en 2016, el capitán James Kirk.

El 'USS Zumwalt' tuvo su bautismo de agua el 28 de octubre en los astilleros de General Dynamics de Maine. Mide 180 metros de eslora, 24,6 de manga y 8,4 de calado, y tiene potencia suficiente para desplazar 14.800 toneladas. Como sus otros dos hermanos, el 'USS Michael Monsoor' y el 'USS Lyndon B. Johnson', su coste final será de unos 3.300 millones de dólares. Con 140 tripulantes, 6 helicópteros, 3 drones, misiles Tomahawk y 4 cañones, se destinará a ataques costeros y terrestres.

Como las naves de los klingon -los enemigos del capitán Kirk de 'Star Trek'-, será prácticamente indetectabe gracias a la tecnología 'stealth'. "Las forma de su superestructura y la disposición de sus antenas reduce considerablemente su perfil de radar, haciendo el buque menos visible al radar enemigo", explica la Marina estadounidense en su página web. Se calcula que su firma en el radar equivale a la de un pequeño barco pesquero. Completo al 87%, todavía pasarán tres años hasta que el 'USS Zumwalt' esté totalmente equipado y se haga a la mar, pero ya es famoso. En un episodio de 2008 la serie 'NCIS', que emiten AXN y La sexta en España, se dice que van a empezar las maniobras de prueba del destructor 'Zumwalt' cuando ya entonces se sabía que no se botaría antes de 2013.

Un universo por explorar

La futurista apariencia del 'Zumwalt' trae a la mente la de dos naves marinas de ficción: los submarinos 'Seaview' y 'seaQuest'. Navegaron por nuestros océanos en los años 60 y 90, respectivamente, en la series de ciencia ficción 'Viaje al fondo del mar', de Irvin Allen -que posteriormente hizo 'Perdidos en el espacio' (1965–1968) y 'Tierra de gigantes' (1968–1970)-, y 'seaQuest DSV', producida por Steven Spielberg en en sus dos primeras temporadas. La acción se desarrollaba en un futuro próximo: en los años 70 y 80 del siglo pasado, en el caso de la primera, y a partir de 2018, en el de la segunda.

El 'Seaview' era un submarino de propulsión nuclear de formas curvas y con un espectacular ventanal en proa, diseñado por el almirante Harriman Nelson (Richard Basehart) y al mando del cual estaba el capitán Lee Crane (David Hedison). Con base en Santa Barbara (California), su misión oficial era la exploración marina, pero la real, defender a la Humanidad de todo tipo de amenazas, extraterrestres incluidos. Empezó sus aventuras en blanco y negro en la ABC en 1964, pero en la segunda temporada ya se grabó en color. Era una secuela de una película del mismo título dirigida por Allen, estrenada en 1961 y protagonizada por Walter Pidgeon (el almirante Nelson), Robert Sterling (el capitán Crane), Joan Fontaine y Peter Lorre.

La nave 'invisible' del capitán Kirk

El submarino nuclear 'Seaview', de 'Viaje al fondo del mar'.

Se grabaron 110 episodios de 'Viaje al fondo del mar' divididos en cuatro temporadas que dejaron en la memoria de los niños y jóvenes de los años 60 las bruscas inmersiones, el ruido del sónar, y al 'Seaview' y su tripulación enfrentándose a todo tipo de monstruos, hasta a nazis que no se habían enterado de que la Segunda Guerra Mundial había acabado muchos años antes. Si se acuerda vagamente de aquellos buenos ratos, puede rememorarlos ahora, ya que la primera temporada de la serie acaba de salir a la venta en DVD en España.

El delirio de 'seaQuest'

Veinticinco años pasaron en nuestros televisores desde que el 'Seaview' dejó de navegar hasta que tomó su testigo el más orgánico 'seaQuest', un submarino con forma de sepia de la Organización de Océanos Unidos (UEO) -una especie de ONU del mar creada tras un conflicto planetario en 2010- cuya misión inicial es proteger los mares de la explotación humana. Como en 'Viaje al fondo del mar', su inventor, el capitán Nathan Bridger (Roy Scheider), también forma parte de la tripulación del sumergible.

Tanto el 'seaQuest' como su tripulación parecen un clon submarino de la nave y los protagonistas de 'Star trek: la nueva generación' (1987-1994): hay en puestos clave mujeres, un negro, un adolescente listillo y hasta un 'alienígena'; en este caso, un delfín, Darwin, capaz de comunicarse con los humanos. Sin embargo, 'seaQuest DSV' arrancó mal a pesar de sus tramas ecologistas, de intriga política y de avance tecnológico. Las disputas entre los productores, la NBC y algunos miembros del reparto fueron constantes desde el principio, lo que provocó al final de la primera temporada el abandono de Stephanie Beacham, que daba vida a uno de los personajes principales, la doctora Kristin Westphalen.

La nave 'invisible' del capitán Kirk

La tripulación de la primera temporada de 'seaQuest DSV', capitaneada por Roy Scheider.

Si en 'Viaje al fondo del mar' siempre habían estado presentes los monstruos, 'seaQuest DSV' tenía, en principio, un enfoque más realista que se fue al traste según la audiencia abandonaba el 'show'. Ya en la segunda temporada, no hubo episodio sin monstruo increíble, marcianos, poderes paranormales y cosas parecidas. La deriva fue tal que, en septiembre de 1994, Scheider no dudo en calificar la serie de "basura". "No es real. Ni siquiera es buena fantasía. 'Star trek' hace esto mucho mejor de lo que lo podemos hacer nosotros". El actor se sentía engañado y dejó el puente de mando al final de la segunda temporada, cuando el 'seaQuest' y toda su tripulación eran abducidos. La tercera temporada, con Michael Ironside en el papel del capitán Oliver Hudson, intentó centrarse en la política internacional sin éxito. La serie fue cancelada después de 57 episodios en junio de 1996.

Los aficionados a la ciencia ficción siguen, por tanto, huérfanos de una serie submarina casi 50 años después de la añorada 'Viaje al fondo del mar'. Hay un entorno inexplorado en gran parte, en el que poder situar una laboratorio de investigación e incluso un puesto de colonización, y ver cómo los humanos se enfrentan a retos y enigmas. O se puede saltar a un futuro, como en la 'seQuest DSV' primigenia, en el que ya nos desenvolvamos en el fondo del mar con cierta soltura. El escenario perfecto -grande, exótico, con enigmas y monstruos reales- existe; parece que lo que no hay son ideas.

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