Los jugadores del Barça celebran uno de los goles del encuentro. / Efe
Fútbol | Primera División

El Barça golea al Betis pero vuelve a perder a Messi

Los azulgrana adoptan el estilo del Real Madrid para derrotar al colista, con un doblete de Cesc, que no acabó el partido por molestias en la rodilla

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Un Barça muy práctico, poco vistoso y que juega en función del rival goleó este domingo al Betis, el farolillo rojo de la competición. El equipo catalán aprovechó el tropezón del Atlético en Villarreal para abrir una pequeña brecha de tres puntos con los colchoneros, sus más inmediatos seguidores en la tabla. Los de Gerardo Martino, que volvió a tirar de rotaciones, insisten en que están en una fase de juego aceptable y que hay margen de mejora, si bien continúan a lo suyo: sólo han cedido un empate en todo el campeonato y, aunque su fútbol no enamora, es cien por cien efectivo. Los azulgrana cada vez se parecen más al Real Madrid: firmeza atrás, contras endiabladas y centrocampistas que buscan más en largo que en corto. Lógico, con dos balas como Neymar y Pedro y dos lanzadores como Xavi e Iniesta.

El Barça, en cualquier caso, no arrancó muy entonado. Un Betis muy necesitado de puntos y plagado de bajas (Nosa, Lolo Reyes, Salva Sevilla, Rubén Castro, Perquis, Javi Chica o Paulao) arriesgó desde el inicio. Adelantó su defensa, buscó al cuadro catalán a su área y le obligó a jugar en largo. El Barça, ahogado y arrinconado en su trinchera, era incapaz de salir jugando desde su portería todo lo contrario que los béticos que se sentían cómodos en la presión. Con Verdú de maestro de ceremonias, Jorge Molina sacando de sitio a Puyol y Bartra, y Juan Carlos y Vadillo haciendo daño por las bandas, los verdiblancos se imponían en juego, ímpetu, despliegue y colocación, pero se estrellaban con Valdés. Solo en los 20 primeros minutos, el portero de L'Hospitalet ya había tenido que intervenir en tres ocasiones claras de gol.

El equipo de Martino sufría, no sabía como quitarse la presión de encima, no gobernaba el partido con Xavi, Cesc y Song en el centro y su juego era raquítico. Y por si fuera poco, Messi cayó lesionado. Era el minuto 21 y en un sobreesfuerzo, tras intentar driblar a un contrario, notó molestias y pidió el cambio. No parecía grave, pero para prevenir, y quién sabe si para librarse del compromiso con la albiceleste, Martino le sentó y dio entrada a Iniesta. El crack de Rosario sufrió una lesión muscular en el bíceps femoral de la pierna izquierda, la misma lesión (la tercera de la temporada) que se hizo el 28 de septiembre ante el Almería, aunque en la otra pierna. Este lunes será sometido a más pruebas para saber el alcance exacto de su lesión.

El Barça mostraba su peor cara, ya que jugaba al ritmo que le marcaba el rival, hasta que Song recuperó una pelota perdida en la línea de medios a 10 minutos del descanso, lanzó un gran pase en profundidad sobre Cesc, quien asistió con el pase de la muerte a Neymar. El cuadro catalán, al más puro estilo del Real Madrid, a la contra y en muy pocos pases, se adelantaba casi en su primera llegada. A la siguiente jugada, el FC Barcelona volvió a emular a su eterno rival y con una contra iniciada desde su área hizo el segundo por medio de Pedro, que se marcó una auto pase genial y con el que de paso se reivindicó para tener más presencia en los onces de Martino. El Barça más práctico del curso solventaba la papeleta en dos dentelladas. Igual que el Madrid: la diferencia es que el Real sale a jugar a eso, el Barça en cambio plantea otra propuesta pero el rival le obliga a cambiar. El equipo azulgrana ya no juega a lo que quiere, sino a lo que le permite el contrario.

Tras el descanso, el mismo panorama. El Betis presionaba arriba, pero unas veces Valdés, otras Bartra y en alguna ocasión el palo, frustraron los intentos andaluces. Los hombre de Pepe Mel adelantaron aún más su defensa y lo que parecía una temeridad acabó siendo un suicidio. Xavi e Iniesta, con espacios, jugaron a placer y se dedicaron a buscar la espalda de los defensas, con pases en profundidad sobre Neymar y Pedro. El tercer gol, obra de Cesc, sobre la hora, y el cuarto, en el minuto 80, también del ex del Arsenal que con molestias en el ligamento lateral interno de la rodilla derecha no acabó el partido, mataron definitivamente al Betis. El conjunto sevillano marcó el del honor de penalti, cuando ya no había tiempo para más.