Nadal se cita con Djokovic
El número uno del mundo venció con facilidad a Federer en semifinales y se enfrentará al serbio en la final
Actualizado: GuardarUn maravilloso escenario, el 02 Arena de Londres, para un extraordinario partido: el encuentro número 32 entre los dos mejores tenistas de la última década. Una de esas batallas que se esperan con intensidad y se viven con devoción. Un duelo que volvió a ganar Rafa Nadal, el número uno del mundo, que ya le ha vencido a Roger Federer 22 veces en su carrera. Le derrotó además por la vía rápida, por 7-5 y 6-3, gracias a su tremenda efectividad al resto, ya que aprovechó todas las bolas de rotura que tuvo. Así se metió por segunda vez en su carrera en la final de la Copa Masters que se disputará este lunes. Todo por ganar por primera vez el torneo de 'maestros'.
«Es importante para mí una nueva final. Pase lo que pase soy consciente de que el año es de los mejores y terminar de esta manera es algo especial», reconoció el de Manacor tras superar a Federer. Este lunes, a partir de las 21.00 horas, Nadal luchará por el título contra el número dos, Novak Djokovic, que se impuso en la segunda semifinal al también suizo Stanislas Wawrinka, por un doble 6-3.
Hay un Nadal que ruge, aprieta el puño y vive cada punto como si fuese el definitivo. Hay también otro calculador, más frío y conservador, una versión reservada por ejemplo para los tres primeros partidos de esta Copa Masters. Y luego está el Nadal que se enfrenta a Federer. Frente al suizo parece coger lo mejor de cada versión. Contra el mejor tenista de todos los tiempos da la sensación de que todas las piezas encajan. Pese a que se ha medido con los mejores en Londres, quizá lo que le había faltado hasta este domingo era tener a Federer delante. Una cuestión de tener enfrente un juego que se adapte a su tenis.
Un partido que empezó con la derecha de Federer a pleno rendimiento. Así, el balear contaba con una desventaja difícilmente superable. La solución fue la de siempre: buscar el revés del suizo. Eso y coger su derecha. El partido había empezado rápido. Puntos cortos y juego directo, a priori favorable para Federer. «Siempre que tienes enfrente a Federes es complicado y te hace sentir que el partido está en sus manos. He hecho un partido correcto», subrayó el español. Pero Nadal salvó sus dos primeros servicios en blanco, señal de que tampoco le iba mal ese ritmo. Y para no faltar a la tradición, el suizo tuvo su clásica oportunidad. Con 3-2 suyo gozó de tres bolas de 'break'. Un juego que acabó cerrando Nadal a la primera.
Es un ejemplo más de esa lucha mental. Un simple juego que no tendría por qué tener trascendencia. Pero si avanzamos un poco se entiende. Con 4-4, cuando Nadal no encontraba su sitio al resto y a duras penas seguía vivo en el set, se puso 15-40 y golpeó. Otra vez a la primera oportunidad, sin esperar mucho, sin demora, sin concesiones, obtuvo el primer 'break'.
Nadal, matador al resto
También es cierto que luego dudó con su servicio y se dejó empatar la manga con una rotura del helvético. Pero volvió a atizar. Idéntica situación. De nuevo sin perdonar una sola bola de rotura, con 5-5 y 15-40, rompió y se puso con su saque para cerrar el set. Un golpe demasiado duro para el suizo, que vio cómo el español cerraba su servicio y el parcial en blanco.
En la primera manga Nadal apenas hizo siete errores no forzados por los 15 de Federer, más errático que de costumbre. «Quizá Federer ha cometido algún error que otro más de lo normal», destacó el manacorense. Nadal sabía que su rival sangraba cuando jugaba de derecha al revés de Federer. Y además, el servicio le funcionó -metió el 77% de los primeros saques-. Por ahí se fraguó el fracaso del exnúmero uno del mundo.
Molesto, incómodo y a ratos desesperado, Federer se veía impotente para hacer daño a Nadal, que se fue creciendo. El primer set liberó al español, que se gustó mucho más en el segundo set. Y eso que el suizo, visto que no funcionaba su plan y que iba un 'break' abajo, se relajó y soltó el brazo. Pero no era el día. Otra rotura más de Nadal, que aprovechó las cuatro que tuvo en el partido, sentenció al mejor jugador de todos los tiempos. Ya está en la segunda final de su carrera en la Copa Masters. Un partido que acabó también con una ovación del O2 de Londres al español. Como para no dedicársela.