Los astronautas Tyurin y Wataka posan junto a la antorcha olímpica. / Afp
OLIMPISMO

Posta olímpica en el espacio

La antorcha de los Juegos de Sochi viajará por primera vez hasta la Estación Espacial Internacional

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La entrada de la antorcha olímpica y el encendido del pebetero son, sin duda, los momentos cumbre de la ceremonia de inauguración de los Juegos y uno de los secretos mejor guardados por la organización. Los últimos relevistas, el diseño del hachón en donde se mantendrá encendida la llama de los dioses griegos durante el evento y la forma en la que surgirá el fuego son las incógnitas que todos esperan desvelar. Y eso que no fue hasta 1928 en Ámsterdam cuando se recuperó la simbología de la llama presidiendo la celebración.

Seis años después, los nazis aprovecharon la celebración olímpica en Berlín para germanizar los Juegos, haciendo suyo el derecho a trasladar por las calles de la ciudad la antorcha y a encender la flama eterna, reivindicando además la superioridad de la raza aria.

La familia olímpica asumió esta representación como suya pero eliminó cualquier tipo de politización de los símbolos en las citas siguientes. Las ganas de propagar por todo el mundo el espíritu de los JJ OO -y el cada vez mayor mercantilismo de esta fiesta del deporte- ha extendido al máximo toda la parafernalia que rodea a la antorcha. El viaje del candil con el fulgor sagrado proveniente de Olimpia por los rincones más recónditos del planeta, portado por los personajes más particulares y en los transportes más peculiares, da cada cuatro años una vuelta de tuerca más.

El último ha sido un nuevo giro que supera a la imaginación más desbordante. Los organizadores de los Juegos Olímpicos de invierno de Sochi han elegido a Mikhail Tyurin, Rick Mastracchio y Koichi Wataka para que sean sus relevistas más estelares. El ruso, el estadounidense y el japones llevarán la antorcha - que recuerda a la pluma de un pájaro de fuego, animal legendario en el folclore ruso, y que mide 95 centímetros de alto y pesa 1,8 kilos- a la Estación Espacial Internacional (EEI). Los tres astronautas partirán el jueves desde el cosmódromo ruso de Baikonur, en las estepas de Kazajistán, a bordo de la nave Soyuz TMA-11M, que llevará inscrito el símbolo de Sochi 2014 y los cinco aros olímpicos, en una misión en la que se quiere aprovechar la multiculturalidad de los astronautas que pasan por la EEI como alegoría de la unidad de las naciones que también se vive en las Olimpiadas.

Cuatro días durará el viaje en el que, incluso, la antorcha realizará un paseo espacial de la mano de los cosmonautas rusos Oleg Kótov y Serguéi Riazansk. Eso sí, la moderna tea no será encendida por motivos de seguridad.

No será ésta la última aventura por la que pase el emblema de Sochi, ya que también visitará las profundidades del lago Baikal, en Siberia, después de haber viajado ya al Polo Norte, en un periplo de 123 días que comenzó el pasado 7 de octubre en la Plaza Roja de Moscú y que finalizará con la ceremonia de apertura de los Juegos, el próximo 7 de febrero de 2014.