Bodas de plata de Loewe con la cultura

Loewe constituyó su fundación en 1988. Tiempos aún de bonanza en que los presupuestos públicos financiaban con generosidad la actividad cultural y una fundación parecía una aventura superflua. En este cuarto de siglo la firma de moda ha respaldado y sostenido el más importante premio de poesía del ámbito privado en España, su mecenazgo ha sido crucial para la danza y sostuvo, mientras pudo, su premio de piano. En época de vacas flacas su actividad "es más necesaria nunca", y quiere ser "un ejemplo e intentar contagiar a otras empresas privadas", según Sheila Loewe, que tomó el relevo de su padre, Enrique Loewe Lynch. Al frente de la fundación desde marzo, asume el reto "de mantener el listón muy alto e internacionalizar nuestra labor de patrocinio, en especial en Japón, China y Estados Unidos". "Con la poesía, que sigue siendo la joya de la corona, nos costará más por el idioma, pero apostaremos con fuerza por la danza y la música", asegura esperando "con los brazos abiertos la necesaria Ley de Mecenazgo".

Celebra la fundación sus bodas de plata culturales con el libro y la muestra 'Elogio de la cultura', 25 retratos de otras tantas figuras relevantes para nuestra cultura, con premios Nobel y Cervantes como Mario Vargas Llosa y José Manuel Caballero Bonald, actrices como Penélope Cruz o Ángela Molina. El sello 'La Fábrica' es responsable de la edición limitada de un libro con los mismos patrones de calidad que los exclusivos complementos de la centenaria firma. Repasa este primer cuarto de siglo de andadura "con una ilusionada mirada al futuro" a través de 25 retratos de autor realizados por el fotógrafo Chema Conesa a otras tantas personalidades que "con su imagen y sus palabras respaldan a la cultura con el apoyo de Loewe y su fundación".

"Son retratos de corte muy clásico, casi renacentista, con un encuadre, iluminación y composición muy semejante, buscando dar a toda la serie en mismo aire de intimidad y ausencia de artificio, sin otro lujo que los personajes" explica Chema Conesa (Murcia, 1952), que tras una larga trayectoria en la prensa ha cambiado "felizmente" el chip y se mueve en el mundo de la edición y el comisariado de exposiciones.

Sobriedad

Posaron para él, siempre ante el mismo fondo negro, los escritores y académicos Mario Vargas Llosa, José Manuel Caballero Bonald, Víctor García de la Concha, Carmen Iglesias, Soledad Puértolas y Luis Antonio de Villena; los periodistas Iñaki Gabilondo y Alberto Anaut; los músicos Luis de Pablo, Rosa Torres-Pardo, Luis Eduardo Aute, Miguel Bosé, Estrella Morente; las actrices Penélope Cruz y Ángela Molina; las exministras Carmen Alborch, Pilar del Castillo y Ángeles González-Sinde; los bailarines José Carlos Martínez, Tamara Rojo y María Pagés; el pintor Eduardo Arroyo; el empresario Carlos Falcó; el modisto Modesto Lomba y la modelo Laura Ponte.

Los sobrios retratos, en formato medio y digital, están impresos con tintas vegetales en papel del algodón del mítico fabricante Hahnemühle, con más de cinco siglos de tradición. "Los personajes no tienen que demostrar nada, no estaban preocupados por los resultados; la importancia son ellos mismos", insiste el fotógrafo. Los retrató en sus casas, en su propio entorno, "lo que en algunos casos facilita las cosas y en otros las complica, porque el retrato siempre es agresivo". "Vargas Llosa, por ejemplo, tiene un rictus muy duro y hay darle tiempo para que se relaje; todo lo contrario que Pilar del Castillo, que tiene muy clara cuál es su pose y resuelve en unos minutos", explica.

El libro cuenta con cuatro secciones dedicadas a la poesía, la danza y la música, la fotografía y el diseño, áreas en las que se centran las actividades de la fundación, con textos del poeta Jaime Siles -jurado y premio Loewe-, el director General del Inaem Miguel Ángel Recio Crespo, la fotógrafa Isabel Muñoz y el arquitecto Juli Capella.

La muestra celebra "una fundación que subraya la intensidad y el lúcido conocimiento con que la vida debe ser vivida", resume el poeta Francisco Brines en su introducción al libro. "Con la fotografía el hombre y su mundo, fluidos y pasajeros, son falsamente detenidos y simulan perennidad: con ella se educa la mirada" apunta Brines. "Y con la poesía y la música acometen el desvelamiento de lo invisible que vive en la realidad y que así logran percibir el lector y el oyente. Experimentan entonces una personal creación" concluye el poeta valenciano y premio Loewe.

'Elogio de la cultura' se podrá visitar hasta el 16 de noviembre en el espacio expositivo de Loewe en su tienda de la calle Serrano 26 de Madrid. Viajará luego a Barcelona, donde estará entre el 21 de noviembre y el 4 de diciembre en la Galería Loewe de Paseo de Gracia 91.