Una caja de ida y vuelta para Marte
La ESA prepara un contenedor que recoja piedras en Marte y regrese a la Tierra con ellas
MADRID Actualizado: GuardarHace apenas un lustro se daba por descontado que el ser humano pisaría Marte en un plazo de unos 20 años. Ahora el sueño de llegar al Planeta Rojo parece más lejano que nunca. Las agencias espaciales no disponen de fondos para un proyecto en el que falta aún un considerable desarrollo tecnológico si se quiere asegurar su éxito. Faltan por cerrar ‘detalles’ tan importantes como el mantenimiento de la salud de los astronautas en un ambiente continuo de microgravedad y radiación o solucionar su regreso a la Tierra.
Ante semejantes dificultades la Nasa, acompañada por la ESA europea o la rusa Roscosmos, parece fiar el futuro más inmediato de la exploración de Marte a los rover. Pero por muy avanzados que sean estas máquinas no pueden igualar los análisis que llevaría a cabo un humano con el laboratorio adecuado. Es por ello que la ESA ha fabricado una ‘caja mágica’. "Este recipiente esférico ha sido diseñado para proteger las muestras de mayor valor científico que podamos imaginar: rocas del Planeta Rojo", afirma la Agencia Espacial Europea.
Aunque la ESA no ha puesto fecha a la misión sí tiene diseñado el recipiente. Se trata de una esfera de 23 centímetros de diámetro y menos de 5 kilógramos, que está diseñada para evitar la contaminación de las muestras marcianas, manteniéndolas a menos de -10°C durante el largo viaje de vuelta a la Tierra.
El plan contempla que el recipiente se pose sobre la superficie marciana y recoja las muestras. Después se pondrá de nuevo en órbita –un aspecto fundamental dado su complejidad y que la ESA no ha detallado- para ser recogido por una nave que lo devolverá a la Tierra.
Y ante los posibles resultados, la agencia prefiere no dejar nada al azar: "Como existe la posibilidad, aunque sea muy remota, de que las muestras contengan formas de vida, tenemos que seguir los estrictos protocolos de protección planetaria, evitando cualquier contacto con la biosfera terrestre".
Enviar sondas al espacio para que después regresen con muestras extraterrestres no supondría una novedad. La sonda japonesa Hayabusa regreso a la Tierra con material recogido de un asteroide. Roscosmos intentó algo similar con la Fobos-Grunt. La nave debía viajar a la luna de Marte, recoger muestras y regresar. Además portaba insectos para estudiar cómo afecta el viaje a los seres vivos. Desgraciadamente desapareció nada más despegar.