Diego Costa y Villa desnudan al Athletic
El empuje y ritmo frenético de los colchoneros fue imposible de frenar por unos ‘leones’ a los que Iraizoz salvó de la goleada
MADRID Actualizado: GuardarSe puede jugar más bonito pero no más práctico que este rutilante Atlético que superó en todos los terrenos a un apocado Athletic, continúa intratable en su fortín del Calderón y sigue la estela del Barça con una firmeza que asusta a sus rivales y permite pensar en que peleará por el campeonato si las lesiones o un bajón físico no se lo impiden. Los de Simeone manejaron a la perfección los tiempos y los espacios e impusieron un ritmo frenético, imposible de soportar por unos jugadores de Valverde que se presentaban en Madrid en un notable estado de forma, después de cuatro partidos sin perder, pero fueron reducidos a la nada.
Los colchoneros conforman un equipo de verdad, serio, compacto, decidido, convencido de lo que hace, con una fe ciega en su entrenador, capaz de ganar cada centímetro de terreno y dejar sin opciones al adversario. Presionan con tino, roban una y otra vez liderados por Gabi y salen con inusitada rapidez hacia el área adversaria. La excelente sociedad que forman Koke y Diego Costa, ya que el atacante se desmarca como pocos y el centrocampista se las pone en el lugar y el momento exactos, resultó un infierno para los ‘leones’, condicionados por las lesiones de Balenziaga y Laporte cuando los dos ejercían de laterales zurdos.
Sólo la gran actuación de Iraizoz evitó que el Athletic saliera goleado de El Manzanares, un estadio que rebosa felicidad porque los jugadores locales transmiten a su afición fidelidad y compromiso. Ni siquiera a los madrileños les inquietó que Miranda y Godín, sus dos centrales, jugasen casi todo el partido amenazados por una amarilla. Demasiado tarjetero Teixeira en un choque intenso pero muy deportivo. Nueve amarillas y la roja al joven Erik Moran fueron excesivas en un partido que resolvieron en el primer acto Villa, cada vez más con más chispa y tino el remate, y el infatigable Diego Costa, que iguala los 13 tantos de Cristiano al frente del pichichi. Actuación soberbia también de Juanfran, omnipresente en ataque.
Acusaron mucho más los cambios y las ausencias los vascos que los madrileños. Susaeta y Herrera no actuaban de inicio por las rotaciones, ya que los partidos se suceden, pero sobre todo les faltó Iturraspe. Sin su pivote, los del ‘Txingurri’ pierden músculo y equilibrio en el centro del campo, donde no funcionó ni por asomo el experimento de utilizar a un central como San José. Enfrente, no estaban Arda Turan, la magia turca del Atlético, ni Mario Suárez. Pero Tiago y Adrián, a quien Simeone quiere recuperar en una posición nueva de extremo derecho, rayaron a un gran nivel.
Después de un tramo inicial de respeto mutuo, los locales impusieron de forma paulatina su mayor calidad, físico y contundencia. Ganaron todos los duelos individuales y amenazaron con varias ocasiones hasta que acertó de volea Villa, quien suma tres jornadas consecutivas marcando y se acerca a una buena versión del ‘Guaje’. Su diana llegó tras una internada de Juanfran, quien se aprovechó de que en ese momento Balenziaga no estaba en el campo. Lejos de especular con el resultado, el segundo de la tabla porfió, arrinconó al rival y le golpeó de nuevo tras una combinación entre Koke y Costa que el hispano-brasileño definió tras un recorte afortunado. Tras el descanso, el Atlético jugó algo más con el resultado y desaprovechó sus ocasiones. La única del Athletic la tuvo Munian cuando ya estaban con uno menos y el duelo moría. El Atlético mantiene su progresión geométrica.