Cristiano marcó dos de los goles del Madrid. / Efe
FÚTBOL | PRIMERA DIVISIÓN

Brilla el Rayo pero gana el Madrid

Con 0-3 y ya sin Xabi Alonso, los de Ancelotti se transformaron en un equipo caótico que fue bailado por el colista

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Ganó el Madrid en Vallecas por suerte y contundencia pero durante la segunda parte fue bailado por un Rayo con una fe inquebrantable y la valentía de jugar con sólo tres atrás cuando perdía 0-3 y la situación apuntaba a una goleada de esas que dejan secuelas. Como ya le ocurrió ante el Sevilla, al equipo del atribulado Ancelotti le dio por relajarse cuando vio el partido ganado. Desgobernado en el centro del campo cuando lo dejó Xabi Alonso, roto, desequilibrado, sin un plan y con un técnico errático, el equipo más rico del mundo se transformó en bloque caótico.

El Madrid vive de una bestia como Cristiano, pichichi con 13 goles, festeja el crecimiento de Bale y la mejoría paulatina de Benzema, pero sufre lo impensable cuando se trata de defender, precisamente porque ninguno de los de arriba presiona la salida del rival y ayuda a sus compañeros. El grupo de Ancelotti se parte en todos los escenarios que visita, se deshilacha, abusa de los pelotazos y concede numerosas ocasiones al adversario, aunque se trate del colista de una Liga venida a menos por el enorme contraste en el reparto de los ingresos.

Con la grandiosa plantilla del Madrid, siempre se tiene que quedar fuera algún futbolista que quizá no lo mereciera. Ancelotti apuesta por cambiar mucho y tener a todos sus discípulos en alerta hasta encontrar un equipo tipo para las grandes citas. Pero sufre el efecto contrario. Sus soldados se desagrupan. Con respecto a ese ‘séptimo de caballería’ que arrolló al Sevilla, significativas la titularidad de Xabi Alonso y ver a Di María de medio.

Resulta meritorio lo Alonso, aunque sólo aguantó un tiempo. Después de cinco meses en el dique seco y de disponer de unos minutos frente a los de Emery, salió e inició en un feudo difícil por sus reducidas dimensiones. Si los espacios se acortan y el tiempo para pensar se reduce, las limitaciones físicas se acusan más. Pero el tolosarra tiene oficio y colocación para salir airoso. El desastre de sus compañeros ya sin él, engrandece aún más su figura.

El Rayo es el último de la fila pero su apuesta debe resultar ejemplificadora para otros técnicos.Paco Jémez cree en su método porque el curso pasado le resultó exitoso, ya que el ‘Rayito’ acabó octavo, pero de poco sirve la posesión de balón si no se manejan las áreas. El debate se inició con el Barça, ya que los franjirrojos fueron los únicos capaces de tocar más que los culés en los últimos tiempos.

Salió al ataque el desatado Rayo pero golpeó el Madrid a la primera, tras gran combinación entre Modric y Cristiano. Un gran gol de un jugador que en este último mes acumula muchos más méritos, y goles, que Messi. No decayó el ánimo de los vallecanos, que combinaban bien pero centraban mal. Cuando Lass la puso en condiciones, Falqué marcó de cabeza. Pero tuvo tan mala suerte que el balón golpeó en Jonathan Viera, que pasaba por allí y estaba en fuera de juego. A la siguiente, Bale le ofreció una asistencia de lujo a Benzema con la derecha y el francés cabeceó a placer.

Lloros y lamentos

El duelo parecía resuelto, y más después de que Cristiano acertase en el arranque de la segunda parte, tras otro pase preciso de Bale. Jémez señaló entonces a Arbilla, quien lloró en el banquillo como un alevín. El Rayo pasó a jugar con tres en el fondo y al Madrid le entró el sofocón. Fue incapaz de controlar en el centro del campo, reculó hasta defender en su área pequeña y cometió dos penaltis pueriles, de Pepe y Marcelo, en poco más de un minuto. Lo nunca visto. Viera apretó el duelo. A Carvajal le perdonaron la segunda amarilla. Balones a los postes, dudas y aciertos de Diego Lóocasiones pintiparadas para los locales. El Madrid resistió en el alambre y Ancelotti felicitó a Jémez.