De Guindos advierte de que «todavía queda mucho para salir de la crisis», aunque hayamos superado la recesión

La cara y la cruz. Frente al optimismo mostrado por otros miembros del Gobierno en las últimas fechas, incluso en ocasiones por el propio titular de Hacienda, el polémico Cristóbal Montoro, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, quiso mandar “un mensaje de cautela”. Lo hizo durante una comparecencia a petición propia en el Senado y precisamente tras confirmar el Instituto Nacional de Estadística (INE) lo avanzado por el Banco de España la semana pasada: que España salió oficialmente de la recesión el verano pasado tras haber crecido un leve 0,1% en el tercer trimestre.

Una recuperación del Producto Interior Bruto (PIB) que rompe con nueve meses de contracción –el período recesivo más largo de la historia democrática, superando al registrado entre 2008 y 2009-, aunque aún mantiene un descenso del -1,2% en tasa interanual. De Guindos incidió a ese respecto en que la demanda interna “sigue siendo el principal motor” de la recuperación, al tiempo que valoró que “se empieza a apreciar un cambio” en la composición de la demanda interna, pues el consumo privado aumentó entre julio y septiembre por vez primera en año y medio, la inversión en bienes de equipo suma tres trimestres consecutivos de subidas y la construcción está reduciendo su contribución negativa.

No obstante, aún con esos datos y los “esperanzadores” resultados de la última Encuesta de Población Activa (EPA) –encadenando seis meses de descenso en el paro, aunque también la población activa está bajando con fuerza (más de 370.000 personas el último año)-, el titular de Economía advirtió de que todavía estamos “ante una recuperación frágil y débil, aunque vamos de menos a más”. Su conclusión es clara: “técnicamente hemos salido de la recesión, pero todavía queda mucho para salir de la crisis”.

¿"Espejismo" o cambio de ciclo?

Y es que, a juicio del ministro, el “aún frágil y tenue” crecimiento de apenas una décima en el tercer trimestre tiene una importancia más bien “cualitativa”, pues “confirma el perfil ascendente” de la economía española. Sin embargo, todos los grupos de la oposición presentes en la Comisión de Economía del Senado mostraron su recelo respecto a esas expectativas “tan positivas”, e incluso los portavoces del PSOE y el grupo de Entesa catalana, los ex ministros Joan Lerma y José Montilla, se preguntaron si “no estaremos ante un espejismo”

“Estamos ante un cambio de ciclo”, les respondió con énfasis De Guindos que, no obstante, insistió en la necesidad de ser “cuidadoso” con los mensajes. “Ni todo va bien –dijo-, pues afirmarlo sería injusto con los sufrimientos de la ciudadanía, ni tampoco se puede decir que está mal pues ha cambiado la inercia”. De hecho, añadió, “todos los flujos (indicadores) en España van a mejor”. En cualquier caso, previno de que la “intensidad” de la recuperación económica dependerá, “en gran medida”, de que “continuemos con nuestro ritmo de reformas” y también de “los progresos que hagamos en el entorno europeo”.

“Ahora bien –concluyó el ministro de Economía-, como nos pasemos de triunfalistas, podemos generar un efecto rebote en términos de percepción de esa recuperación”. “Las perspectivas son aún modestas”, precisó, si bien servirán para que se revisen al alza las previsiones de crecimiento para España desde los organismos internacionales, como ya ha hecho el FMI. Por eso, señaló, el Ejecutivo “seguirá trabajando” en que “todas estas mejoras –enumeró en este sentido las últimas reformas y algunos datos macroeconómicos-“ se trasladen “poco a poco” a la economía real y, “en particular”, al mercado laboral. En este sentido, insistió en su estimación de que en 2014 se creará empleo neto. “Así lo esperamos”, dijo.