El clásico de las incógnitas
El Barça sigue invicto pero no transmite optimismo y el Madrid se presenta al examen del Camp Nou en pleno proceso de búsqueda
MADRID Actualizado: GuardarCerrado el controvertido ciclo de José Mourinho, cuya personalidad arrolladora todo lo eclipsaba, el primer clásico de los discutidos Martino y Ancelotti se presenta sin el ambiente contaminado pero repleto de aristas, de ángulos, de incógnitas por despejar. Más allá de los resultados, que por ahora benefician al Barça, ninguno de los dos ha exhibido grandeza en su juego. Acuden a su primer chequeo, a una de esas pruebas que no deciden la temporada pero sí marcan tendencias y puntos de inflexión. Miradas hacia los nuevos inquilinos de los banquillos, focos apuntando a Messi y Cristiano, como siempre, e inspección a Neymar y Gareth Bale, candidatos a sucederlos.
Es el líder de la Liga y de su grupo de 'Champions'. Ganó la Supercopa al Atlético. Sigue invicto en competición oficial. Ha superado el récord histórico del club de victorias consecutivas en un inicio del torneo de la regularidad. Ha recuperado a Messi tras una lesión. Disfruta de un Neymar en fase creciente. Y pese a todo eso, por extraño que parezca, el Barça no transmite optimismo. Su fútbol genera dudas y eso en un equipo que viene de la excelencia parece un pecado mayúsculo.
Martino ha respetado la filosofía de juego del club, entre otras cosas porque Newell's en Argentina ya se expresaba a través del balón. Pero el Barça arrastra una cierta indolencia desde los últimos meses de Pep Guardiola en la temporada que se evidenció luego a las órdenes de Tito Vilanova pese a la Liga de los 100 puntos. Hace tiempo que el equipo azulgrana da la sensación de tener menos fuerza, menos fe y menos chispa en los grandes partidos.
El rosarino llegó con las ideas claras de lo que había que recuperar: presión avanzada, ritmo alto de juego, algunos balones largos ante defensas cerradas y cambios de orientación para no ser tan previsibles. Y más o menos funcionó hasta que el entorno azulgrana sacó la artillería por lo que consideraba una traición al estilo. Sucedió tras un 0-4 en Vallecas, donde el Rayo ganó la posesión, un logro insólito. Se publicó que Xavi habló con Martino para pedirle un regreso a los orígenes para que el centro del campo no tuviera que correr tanto sin balón. El técnico lo negó, pero desde entonces no se ha visto un partido tan abierto. y divertido. El fútbol previsible ha acabado sin dar frutos en los dos últimos pulsos ante Osasuna (0-0) y Milan (1-1).
Ahora el Tata duda. Y posiblemente sea positivo que lo haga para no dejarse influir por nadie. A él le gusta Cesc porque tiene llegada y recorrido. No es que no valore a Iniesta o Xavi, pero les reclama un plus físico. Si prescinde de uno de ellos en el clásico lo demonizarán. La solución sería Cesc de 'falso 9' con Messi y Neymar flanqueándoles y Busquets, Xavi e Iniesta por detrás. El sacrificado sería Alexis o Pedro, que se quejan menos. Pero el Barça necesita la presión del chileno o del canario. Y en la defensa, Martino alinearía a Puyol porque es un apasionado del futbolista con carácter y orgullo, pero sólo ha jugado un partido tras siete meses de baja. Se espera que Piqué esté a punto.
Dinamita
El Madrid es dinamita pura. Dispone de balas explosivas en ataque, sobre todo si es verdad que Bale está apto. ¿Entraría por Di María?¿Sacrificaría al cuestionado Benzema? ¿Jugaría Cristiano de '9'' aunque al portugués no le agrade y su técnico lo considere una locura? ¿Prescindiría de un centrocampista? Ciertamente, el equipo blanco está sumido en la confusión. 'Mou' se fue y dejó tierra quemada. Aterrizó el educado Ancelotti y vendió una idea más vistosa y acorde con la historia del club. Pero sólo ante un blando Málaga se atisbó la fórmula. Cambios constantes de sistemas y de jugadores, dudas en todas las líneas y polémica en la portería, ya que es poco comprensible que Diego López sea el guardián de la Liga y Casillas el de la 'Champions'. A los dos se les mira con microscopio. El primero que yerre, recibirá un aluvión de reproches.
Ya son cuatro meses de trabajo con Carletto pero el Madrid sigue en fase de construcción o proceso de búsqueda. Se salvó de milagro en feudos del Elche y del Levante, y por ello sólo está a tres puntos de su máximo rival. En la 'Champions' lo ha ganado todo, pero la Juventus fue mejor. Hasta ahora se ha comportado como un grupo anodino y con tendencia a partirse. No es ni carne ni pescado. A su técnico se le acusa de confeccionar alineaciones más acordes a la política que a los merecimientos. Carvajal y Morata ofrecen más pero el italiano insiste en Arbeloa para los partidos importantes y en Benzema, titular en once de los doce choques oficiales. Es complicado avanzar si el Madrid saldrá a por el Barça con una presión alta o esperará para contragolpear. Cristiano, para quien Ancelotti reclama el 'Balón de Oro', es la gran baza. Ha marcado ocho goles en los últimos seis clásicos y suma seis visitas consecutivas anotando en el Camp Nou. Desde su ansiada renovación, ejerce casi de capitán. Es el mayor defensor del técnico italiano, su gran apoyo. Y sus deseos son hasta ahora órdenes para el preparador de Reggiolo.