El Tea Party deja herido al Partido Republicano
El acuerdo alcanzado en el Capitolio representa una completa derrota para el presidente de la Cámara de Representantes
WASHINGTON Actualizado: GuardarAbatido y desorientado. El Partido Republicano sale lastimado de una agotadora batalla presupuestaria que ha mantenido en vilo a Estados Unidos y al mundo durante dos semanas, pero el Tea Party, el sector ultraconservador que encendió la mecha, no muestra ningún remordimiento. "Absolutamente, valió la pena", ha señalado Michelle Bachmann, abanderada de la derecha radical, anti-Estado y anti-impuestos. "Nuestro combate era bueno", ha agregado.
Los representantes se detuvieron unos minutos para hablar con los periodistas en el subsuelo del Capitolio, en el humillante epílogo de la cruzada lanzada en septiembre por el Partido Republicano para acabar con la reforma sanitaria promulgada en 2010, piedra angular del proyecto político del presidente Barack Obama.
Inicialmente, los republicanos intentaron abolir la reforma, luego intentaron cortarle la financiación, después optaron por tratar de demorar su entrada en vigencia y, por último, de eliminar algunos de sus artículos. El resultado es que tras 16 días de parálisis de los servicios no esenciales del Gobierno federal a falta de aprobación de un presupuesto para el año fiscal 2014, y de arriesgarse a una suspensión de pagos del país a falta de un incremento del techo de la deuda, el texto del acuerdo que ha resuelto por el momento la crisis apenas araña la reforma sanitaria.
Obama y sus huestes demócratas, que controlan el Senado, se negaron a aceptar lo que denominaron "chantaje" por parte de los republicanos. Los demócratas afirman que el pacto ha reforzado la reforma del sistema sanitario. La derrota es completa para el presidente de la Cámara de Representates, el republicano John Boehner, obligado a anunciar a sus tropas la capitulación.
"Fuimos golpeados, eso es seguro", ha admitido Mick Mulvaney, congresista por una circunscripción de Carolina del Sur. "Pero sigo estando orgulloso de la razón por la que fuimos golpeados", ha agregado. "Puedo decirle a mis hijos que di lo mejor de mi por buenas razones", ha remachado. "Le dije a la gente que vine aquí a intentarlo, y eso es lo que hice", ha manifestado por su parte Thomas Massie, uno de los representantes más intransigentes del Tea Party. "Fue una notable victoria ver tanta valentía en la Cámara", se ha congratulado el texano Ted Cruz, figura del movimiento ultraconservador en el Senado. Y uno de sus discípulos, el representante Matt Salmon, ha asegurado que "esta batalla no terminó. Este fue el primer round".
Lecciones
El resto -la mayoría- de los 232 republicanos de la Cámara baja no ha ocultado su impaciencia con la actitud intransigente de un puñado de sus colegas. Con los ojos puestos en los sondeos publicados desde hace dos semanas, muchos representantes quieren aprender las lecciones de este episodio y llevar a la formación hacia objetivos más constructivos que el sabotaje a la reforma de la salud.
"La forma en que actúan y el camino que han iniciado en las últimas semanas conducen a un partido marginado a los ojos de los estadounidenses, a una forma de conservadurismo que está probablemente más allá de lo que el mercado puede tolerar", ha analizado el senador Lindsey Graham. "Cuando los sondeos están en un mínimo histórico, es que estamos en mala situación", ha constatado el representante Peter King, el republicano que se ha mostrado más crítico hacia el Tea Party.
Para estos legisladores, los republicanos hubieran podido negociar un acuerdo que combatiera los grandes programas sociales, como el sistema de pensiones. "Pienso que otra estrategia, con un objetivo de reforma presupuestaria, habría podido salir adelante", ha comentado el senador Bob Corker.
El joven representante Aaron Schock, de 32 años, espera que los jefes de bancada se nieguen de ahora en adelante a aceptar las presiones de los miembros del Tea Party. "Si debido a esto, en el futuro logramos más cosas porque reconocemos que para que una ley sea aprobada, debe contar con el apoyo del otro partido, entonces tal vez esto haya sido una lección constructiva", ha dicho esperanzado.