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'Killzone Mercenary', el argumento que necesitaba PS Vita
El juego de Guerrilla Cambridge lleva a la portátil de Sony a un nuevo nivel, con una combinación perfecta de mecánicas tradicionales y efectivas y un apartado técnico apabullante
MADRID Actualizado: Guardar'Killzone Mercenary' es, con toda probabilidad, uno de los juegos que la PS Vita necesitaba desde su lanzamiento, allá por febrero del pasado año. A fin de cuentas los dos sticks analógicos que vienen de serie en la portátil de Sony se concibieron para esto: tener un control absoluto en los 'First Person Shooter'. ¿Por qué ha tardado tanto en llegar? Es la gran pregunta. Hasta el momento, tres habían sido los intentos por llevar este género tan celebrado al reino de las consolas móviles pero ni 'Unit 13', ni 'Resistance: Burning Skies', ni el desastroso 'Call Of Duty Black Ops Declassified' convencieron. Los tres intentaban replicar la experiencia de sobremesa pero ofrecían una diversión pobre y sin sustancia.
'Killzone Mercenary' es todo lo contrario. El título de Guerrilla Cambridge apabulla desde el primer instante y no precisamente por su historia -nos ponemos en la piel del mercenario Arran Danner, y en su lucha junto a los ISA para evitar que los Helghast dominen a la raza humana-, una excusa perfecta para visitar diferentes enclaves y sucesos que tienen lugar entre el primer 'Killzone', de PlayStation 2, y 'Killzone 2', de PlayStation 3. En este sentido sorprende que, a diferencia de esos dos títulos, PS Vita despliege una variedad de escenarios inusual y una paleta de colores que va mucho más allá de los grises a los que nos tiene acostumbrados la serie. Gráficamente, el juego es soberbio y resume perfectamente las cualidades de una máquina que hasta nadie había explotado.
Tras un primer impacto más superficial, llega la hora de ponerse a los mandos y lo cierto es que todo lo que ha hecho célebre a la saga está ahí: el peso del movimiento, la IA de los enemigos -en ocasiones te quedarás sin munición y una jauría de Helghast aprovechará la oportunidad-, las coberturas... En la campaña, de seis horas de duración, todo se aproxima a la experiencia que Guerrilla ha ido brindando en las consolas de sobremesa. El juego, además, se ve beneficiado por cierta variedad en las misiones. A saber, avanzar y destruir todo a nuestro paso, proteger civiles, eliminar decenas de enemigos en entornos cerrados, fases de francotirador y destrucción sobre raíles. A todo ello hay que sumar un intento por hacer del sigilo una parte importante del título. Sin embargo, esta forma de acabar con los enemigos resulta muy frustrante -es facilísimo que un soldado te vea y de la voz de alarma-, así que al tercer intento muchos jugadores optarán por ir de frente y a todo trapo. Y harán bien.
Más acertada ha sido la inclusión del sistema de adquisición de armas. A diferencia de las entregas anteriores, Danner no puede recoger las pistolas y rifles que dejan sus enemigos al caer en la batalla -sí la munición-, así que con el dinero que va ganando como buen mercenario debe comprar armas en una serie de baúles repartidos a lo largo y ancho de todo el mapeado. Y algunas son ciertamente caras. Este aspecto aporta un toque de estrategia y profundidad al juego, si bien no pone en aprietos al jugador sí le hace preguntarse si será mejor ahorrar algo de dinero para conseguir un rifle loco o gastarlo todo en granadas. Y un detalle más: salvo en los pequeños puzzles para hackear puertas y ordenadores, el juego prácticamente no te obliga a usar la pantalla táctil ni el touchpad trasero -¿Has oído 'Uncharted: Golden Abyss'-, aunque este último es recomendable para ajustar el zoom con el rifle francotirador.
Finalmente, queda hablar del multijugador, uno de los más completos de Vita. A medida que el jugador vaya avanzando, y como en la campaña, irá progresando y desbloqueando armas. Mapas de gran calidad -algunos bastante grandes- y la presencia de varios objetivos en cada uno de ellos hacen de este título un juego muy rejugable, lástima que a veces entrar en una partida sea algo complicado.
Guerrilla Cambridge puede estar satisfecha. 'Killzone Mercenary' es efectivo, visceral y todo un portento gráfico. Un título que da la razón a aquellos que se compraron una PS Vita y que ofrece argumentos suficientes para la adquisición de la consola por parte de aquellos que aún no lo han hecho. Grande.