Ni vainilla ni eléctricos
La UE prepara una nueva normativa más restrictiva con los cigarrillos que enmascaran la nicotina.
MADRID Actualizado: GuardarDesde hace meses, se vive una batalla soterrada en el centro de la vida política de Europa por culpa del tabaco. Grupos de presión -los famosos lobby- tanto a favor como en contra trabajan a destajo para convencer a los dirigentes y parlamentarios continentales de las bondades y de los perjuicios que supondría endurecer la normativa de la UE en materia de tabaco. Más salud, menos gasto público en Sanidad y responsabilidad son algunos de los argumentos asumidos por aquellos que aplauden el endurecimiento. Menos impuestos para los gobiernos y una legislación suficientemente restrictiva son las ideas del otro bando.
El proyecto que estudia la Unión Europea tiene dos pilares fundamentales. El primero prohibir cualquier enmascarador de la nicotina en los cigarrillos. Es decir, quiere que los cigarrillos de vainilla u otros sabores desaparezcan o, en menor medida, tengan una normativa diferente. Por otra parte, la UE quiere modificar el aspecto de las cajetillas siguiendo el ejemplo de Australia, donde las cajas de tabaco son genéricas sin publicidad. Una propuesta que provoca sofocos entre la industria tabaquera.
Y una tercera pata que ha permanecido un poco desaparecida es la de los cigarrillos eléctricos, unos productos que se han puesto de moda y que provocan muchos recelos. Las organizaciones de consumidores como OCU y Facua han advertido sobre su consumo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha mostrado su "preocupación" por su consumo y la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) exige que no se use. El motivo de todos ellos es el mismo: tienen nicotina. "También hay glicol de propileno", comenta el doctor Segismundo Solano. Este neumólogo y coordinador del Área de Tabaquismo del Separ advierte que su uso se está generalizando "sin control" tanto en las tiendas como en internet, donde "cualquier menor" puede comprar estos productos sin ningún tipo de restricción.
El coordinador del Área de Tabaquismo del Separ recuerda que estos cigarrillos pueden causar cambios en los pulmones a corto plazo que son muy parecidos a los cambios causados por los cigarrillos normales. "No lo deberían usar ni embarazadas ni menores", aconseja el doctor Solano, quien aplaude la decisión de Australia y Canadá de prohibir su venta. Además, destaca que algunas compañías aéreas y restaurantes han mostrado su rechazo al consumo de estos productos en sus aviones y establecimientos. Antes de comprar estos productos, desde el Separ se aconseja para dejar de fumar que se acuda a su médico de cabecera para seguir unas pautas generales. "Hay un arsenal terapéutico (como los parches) que ya han demostrado su eficacia", remata el doctor Solano. Mientras, las autoridades comunitarias estudian si los productos de este estilo se deben vender en farmacias.