El 'spanish' Swansea saca los colores al Valencia

El mariscal Miroslav Djukic, santo y seña del valencianismo en su etapa de futbolista por su solvencia, elegancia y liderazgo en el eje de la defensa, lleva mal camino como entrenador. Al llegar se exigió ganar títulos pero en Liga tiene al equipo con solo una victoria y tres derrotas en cuatro partidos y en Europa su aventura no pudo arrancar peor ante el 'spanish' Swansea, donde se nota el gusto por el buen fútbol que siempre caracterizó a Michael Laudrup. Nada que ver su estilo vistoso de toque con ese modelo rudimentario que define a los equipos de medio pelo en la Premier.

Derrota sin paliativos y bronca de los aficionados en un pésimo partido de los locales, marcado, eso sí, por la temprana expulsión de Rami que destrozó cualquier plan previo. Pese al inesperado 0-3, las penas tienen remedio porque ni el Kuban ruso ni el St. Gallen suizo parecen enemigos peligrosos.

Fue una tarde extraña por todo. Por la hora, ya que un partido en Mestalla a las siete de la tarde y en día laborable y veraniago no es de recibo, y porque en las gradas el ambiente festivo lo pusieron los 2.000 entusiastas galeses que acompañaban a sus ídolos. Al menos por ahora, a la hinchada valenciana no le motiva en absoluto la segunda competición continental. También fue muy raro ver al conjunto de la capital del Turia con solo cuatro titulares españoles y, en cambio, al rival con nada menos que seis futbolistas titulares seleccionables por Vicente del Bosque.

Error fatal

Resulta que el técnico serbio decidió rotar y apostó por un grupo bien dotado para asumir la iniciativa y dominar el juego desde un buen trato al balón. Banega se retrasó al puesto de mediocentro, acompañado por Javi Fuego, y Canales se situó como enganche. Pero todo se torció enseguida, ya que a los diez minutos se produjo un error de concentración fatal que acabó con la expulsión de Rami por agarrar a Bony cuando el delantero se escapaba hacia Guaita. Mathieu estaba cerca pero no puede decirse que la roja directa fuera injusta.

Trató de arreglarlo Djukic al prescindir del argentino Fede y ganar músculo con Ricardo Costa, pero justo después llegó al gol. Se internó Michu y su pase lo remató sobre la marcha Bony. El delantero marfileño fue una pesadilla para el Valencia. Es un buen jugador. Despuntó en el Sparta de Praga y brilló en el Vitesse holandés antes de que el Swansea lo fichara este verano por 12 millones de libras. Pese a tener todo en contra, el Valencia tuvo un amigo de reacción justo después del descanso. Pero Michu, que luego pidió perdón, definió a lo grande una excepcional combinación con de Guzmán y Pozuelo.

Y De Guzmán cerró la cómoda victoria con un gran lanzamiento de falta directa. Enorme el disparo de este canadiense nacionalizado neerlandés que pasó por Mallorca y Villarreal. La liguilla acaba de empezar pero ya hubo gritos de «¡jugadores, mercenarios!». Malos tiempos en Valencia.