LITERATURA

José Antonio Garriga Vela gana el Café Gijón de novela

Con 'La habitación de la estrellas', la peripecia de un hombre que, como el propio autor, pierde la memoria y la recupera poco a poco

MADRID Actualizado: Guardar
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Ganar el premio Café Gijón de novela era una de las fijaciones de José Antonio Garriga Vela (Barcelona, 1954) desde que decidió ser escritor. La ve cumplida con 59 años, al adjudicarse por unanimidad este veterano galardón que falló el jueves su sexagésima tercera edición gracias la novela 'La habitación de las estrellas'. Sexta novela en la cuenta de este escritor y colaborador del Diario Sur, es la historia de un hombre que, como el narrador catalán afincado en Málaga, pierde la memoria y la recupera poco a poco. Se lleva los 20.000 euros de 'bolsa' del premio con una novela que publicará Siruela en un par de meses y gracias a la cual une su nombre al de muchos de los grandes de nuestras letras, ganadores como él del apreciado galardón creado en 1949.

"Las ciudades, los café, la literatura y el cine colman todas mis aspiración y se mezclan en mi imaginario, de modo que me llena de felicidad ganar este premio que creo mi héroe Fernando Fernán Gómez, una vieja aspiración que veo cumplida" dijo el satisfecho ganador, abogado que jamás ha ejercido el Derecho y que ha regentado bares y vendido rosas para poder dedicarse a la literatura. Sus fijaciones aparecen en la novela ganadora, "que muestra un mundo inusual que supera la realidad tradicional con imágenes y situaciones de gran calidad expresiva y que crea una atmósfera misteriosa y extremadamente sugerente» por lo que el jurado reconocía su «sorpresa».

Pobres ricos

'El cuarto de las estrellas' es un relato "muy fluido" acerca de un hombre que, en un paraje desolado, trata de saber quién es a través de la historia de su padre, luchando por recuperar al memoria que perdió de forma dramática. Cuenta a su través la historia de una familia que se arruina moralmente tras enriquecerse en la lotería en una peripecia que arranca en las postrimerías de la Guerra Civil. Llega hasta nuestros días, después de que el padre comprara en 1974 el décimo premiado con el gordo en un viaje a Madrid y la familia cumpla su sueño de ir a Nueva York.

"Es mi novela más intimista y en ella se cruzan varias historias en las que juegan un papel primordial los secretos, los silencios, las sensaciones y los sentimientos" explicó el escritor tras conocer el fallo. Está ambientada "en una ciudad imaginaria, en un barrio, el de la Araña, cercado por la cementera Goliat que lo condiciona todo". "Me he pasado la vida a caballo entre Barcelona y Málaga y en mis novelas creo ciudades ideales a partir de mi experiencia, de modo que a veces es como si descendiendo por las ramblas de Barcelona, en un giro, apareciera la calle Larios de Malaga", explicó divertido.

Hay en el relato elementos autobiográficos, como ocurría en una de novelas anteriores, 'El vendedor de rosas', "oficio que realmente practiqué". En 'La habitación de las estrellas' recrea a través del narrador otro episodio tan personal como la total pérdida de memoria que sufrió hace tres años tras golpearse la sien en una caída. "Como el narrador, sufrí un síncope, perdí el gusto, el olfato y la memoria y por tanto el hilo de la novela que ya estaba en marcha y que tuve que retomar sin saber nada de los personajes y sin acordarme de lo que había escrito o planeado".

Los personajes, «que se mueven en espacios cerrados», son recreaciones de un lejano entono familiar, "amigos de mis padres, gente que ha muerto pero que se me ha quedado grabada", dijo. Aclaró también que su novela tiene una intensa componente cinéfila encarnada el padre del narrador. Algo que cabía presumir, toda vez que el seudónimo elegido por Garriga Vela fue Atticus Finch, el abogado que Gregory Peck encarna en 'Matar a un ruiseñor', "quizá mi película favorita, que sale en la novel y algo tiene que ver".

Trayectoria

José Antonio Garriga Vela debutó en la novela con 'Una visión del jardín'. Se ganó el favor de la crítica y de los lectores con 'Muntaner, 38', su novela más elogiada, alabada por Juan Marsé, Eduardo Mendoza y Enrique Vila-Matas y galardonada con el Premio Jaén de Novela 1996. Es también autor de 'Los que no están' y 'Pacífico', publicada por Anagrama distinguida este mismo año con el premio Dulce Chacón a la mejor novela el año en castellano. Desde hace casi una década publica un cuento semanal en el diario Sur de Málaga y ha reunido su relatos en colecciones como 'El tercer día', 'La chica del anuncio' , 'El secreto de las ventanas', 'El vigilante del salón recreativo'y 'El anorack de Picasso' . Es también autor de piezas teatrales, como 'Aquellas añoradas sirenas roncas y despeinadas' y 'Formas de a huida'.

La escritora Rosa Regàs presidió el jurado que premió a Garriga Vela por unanimidad y del que formaron parte los también escritores Antonio Colinas, José María Guelbenzu, Mercedes Monmany y Marcos Giralt Torrente. El fallo se hizo público en el centenario café del paseo de Recoletos, fundado hace 125 años por el indiano Gumersindo García para honrar a su Gijón natal. El acto contó con la presencia de la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón Entralgo, y la máxima responsable de ediciones Siruela, Ofelia Grande.

Fernando Fernán Gómez y otros tertulianos del Café Gijón -Camilo José Cela, José García Nieto, Manuel Aleixandre y Eduardo Haro Tecglen, entre otros- instituyeron el premio en 1949 para dar la réplica del Premio Nadal que poco antes se acaba de crea se convocaba en Barcelona. Tras supere muchos altibajos y vicisitudes, desde 1989 lo patrocina el Ayuntamiento de Gijón y Sirula publica la novela ganadora.

En su palmarés figuran muy notables escritores como César González Ruano, Ana María Matute, Carmen Martín Gaite, Eduardo Mendicutti, Luis Mateo Díez, Luis del Val, Fernando Quiñones, José Carlos Somoza o Leonardo Padura. En los últimos siete años, con Siruela como editor, se lo adjudicaron Carmen Jiménez, Carmen Boullosa, Rafael Balanzá, Antonio Montes, José Luis Rodríguez del Corral y Diego Doncel, ganado en 2012.