fútbol | LIGA DE CAMPEONES

Arranque de campeón

Con más pegada que juego, el Madrid arrolló en la segunda parte a un vulnerable Galatasaray

MADRID Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Fenómenos extraños en la mágica Estambul, ciudad de contrastes donde el nuevo Madrid de Ancelotti arrolló en la segunda parte a un vulnerable Galatasaray y arrancó con más pegada que juego una aventura en la que se le exige la ‘décima’ por fichajes y presupuesto, aunque los destinos del deporte rey son inescrutables y conviene ser cautos. Resulta que volvía Casillas ocho meses después de que Arbeloa le rompiera de un puntapié la mano en Mestalla, y a los dos minutos se lesionó de nuevo en una acción de lo más tonta. Un centro fácil que blocó el portero antes de chocar levemente con Sergio Ramos. Faltó comunicación entre ambos, ya que no había ningún rival cerca y quizá Iker debió pedirla con más ímpetu, pero parecía una jugada sin más. Sin embargo, el mostoleño se dolió del costado izquierdo y minutos después se dirigió a la banda. Le vendaron y volvió al campo, pero enseguida se retiró. Apenas trece minutos sobre el nuevo Ali Sami Yen, un campo extraordinario pero no el infierno de antaño. Los problemas físicos respetaron al capitán a lo largo de su carrera pero últimamente no le acompaña la suerte, aunque en las redes sociales hubiera quien le acusara incluso de borrarse. El caso es avivar el fuego de una polémica que no se apaga.

Salió Diego López sin calentar. Y en ese momento el partido estaba complicado para el Madrid, ya que los turcos presionaban y generaban ocasiones. Los de Ancelotti no dominaban el centro del campo, se desajustaban en defensa porque Carvajal ataca mejor que defiende y Pepe no es ni la sombra de lo que fue, y abusaban de los balones largos. Yel portero lucense fue clave porque salvó en dos ocasiones a los madrileños, vulnerables también en la defensa a balón parado. Sobre todo, le sacó un cabezazo increíble a Felipe Melo. El ex de Mallorca, Racing y Almería remató bien, cruzado y hacia abajo, pero Diego López se encuentra en estado de gracia.

Apenas se había aproximado el Madrid en una internada de Cristiano que bien pudo ser penalti y que luego cerró Di María con un tiro alto, pero acertó en su primera ocasión. Definitivamente, Isco está de dulce. Al malagueño la falta aún participar más en el juego, pedirla, combinar y ser más protagonista como enganche, pero lo que toca lo convierte en oro. Recibió un envío largo de Di María, hizo un control prodigioso con la izquierda y definió con la derecha. El balón golpeó en un palo, se paseó por la línea y entró junto al otro poste. El Madrid volvía a ser el equipo de otros tiempos, matador arriba pero con serias dificultades en la zaga. Y eso que en esta ocasión Ancelotti buscó más equilibrio al situar a Khedira junto a Modric.

El ‘gato’ araña

La primera parte se cerró con la lesión de Drogba, que se lastimó el hombro tras una pugna con Pepe. Baja muy sensible. Le sustituyó Amrabat, un joven extremo puro holandés que se maneja bien en ambas bandas y suele ejercer de revulsivo. Pero el que la tuvo fue Cristiano para sentenciar. Lo evitó Muslera, ese portero uruguayo capaz de lo mejor y de lo peor. Insistían aún los turcos de Galata, los más europeos de la ciudad y rivales encarnizados del Fenerbahce y el Besiktas. Burak la tuvo de cabeza pero remató fuera sin oposición. Yahí murieron. Si este equipo falla arriba está acabado porque atrás, sobre todo en el centro de la defensa, es una calamidad. Se nota que está acostumbrado atacar en su liga, donde se le exige ser campeón, y que la defensa no es su fuerte. Adelantan la línea del fondo sin que nadie presione en el centro del campo.

Un suicidio para el Madrid, que en doce minutos anotó tres goles y liquidó el partido. El criticado Benzema se aprovechó primero de un error defensivo y de un buen pase de Isco y luego Cristiano acertó en dos remates a placer. Pero hay que estar ahí. En el segundo, la falta la lanzó Bale nada más entrar, ya que esta vez fue reservado por Carletto. Volvió a arañar el ‘gato’ Benzema y Cristiano celebró su renovación con un tercer gol antológico. Los blancos arrancaron con un triunfo digno de unos campeones, pero no conviene que el resultado esconda ciertas carencias atrás.