Nadal se olvida del cansancio y jugará este viernes por la permanencia de España

España se juega a partir de este viernes ante Ucrania (14.00 h. Teledeporte) la permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis. Lo hará en la Caja Mágica, en una ciudad de la que siempre se ha rehuido para jugar partidos importantes en esta competición debido a su altitud de 655 metros, que no beneficia el juego de la mayoría de los españoles. Sin embargo, ahora el equipo de la Davis deja aparcada la física del deporte para ponerle pasión ante unos partidos que se antojan muy engañosos, ya que el rival tiene más nivel del que se pudiera imaginar en un principio.

No quieren los jugadores españoles ‘disfrutar’ de la segunda división del tenis mundial la próxima temporada. Son conscientes de que pueden caer del cielo al infierno en tan solo un año, y para evitarlo el capitán de la selección, Álex Corretja, pondrá todo su arsenal disponible desde el primer día. La mejor arma de la que dispone España se llama Rafa Nadal, siempre dispuesto a echar una mano en los tiempos difíciles y hacer recordar a todos que nunca se olvida de defender al equipo aunque por cuestiones del calendario le haya dejado aparcado en los últimos tiempos. El balear fue muy claro nada más aterrizar en Madrid: «Si estoy en condiciones jugaré». No le preocupaban las horas de sueño ni el cambio de horario. Ni tan siquiera parecía acusar el cansancio acumulado.

Ante tal actitud y cabeza fría se ha decidido que sí jugará este viernes. Además, lo hará como número uno y, una vez celebrado el sorteo este jueves, defenderá el segundo punto de la eliminatoria, a pesar de llevar solo un día de entrenamiento en suelo español y tres meses sin jugar sobre arcilla. A estos dos factores hay que sumar otros elementos que podrían perjudicar el buen hacer del balear. Sus rodillas están muy castigadas tras llegar a la final (y ganar) todos los torneos en pista dura disputados, y el ‘jet lag’ que sufre su cuerpo solo le ha permitido entrenar un par de horas en su estancia madrileña.

El doctor Ángel Ruiz-Cotorro, médico del equipo nacional, indujo el sueño al español en el avión de regreso procedente de Nueva York y también en su primera noche en la capital de España. Incluso Nadal se quedó dormido en la burbuja de aire puro usada por los deportistas para recuperar el tono muscular más rápidamente. Un curso acelerado de adaptación a otro huso horario.

Nadal se cruzará este viernes con Sergiy Stakhovsky, en el puesto número 92 del ranking ATP, y al que nunca se ha enfrentado. Esta situación de debut ante su adversario es un arma de doble filo para el mallorquín. El ucraniano demostró su poderío en el último Wimbledon, eliminando a Roger Federer en la segunda ronda. Bien es cierto que la tierra batida da como claro favorito al manacorense, aunque el paso precipitado de pistas tan dispares como son el cemento -donde más son castigadas sus rodillas al ser las que mayor perjuicio provocan sobre sus lesiones crónicas en esa zona- y la arena puede provocar que tarde en acomodarse a las sensaciones de la nueva superficie.

Verdasco a individuales y Robredo a dobles

El primer español que saltará a la pista es Fernando Verdasco, que tendrá la oportunidad de jugar ante su público en la ciudad que le vio nacer. Jugará ante Alexandre Dolgopolov, número uno de los ucranianos, que ocupa el puesto 40 de la ATP. El madrileño desbanca de esta forma a Tommy Robredo, que parecía favorito en las quinielas para ser el escudero de Nadal en individuales en la lucha por la permanencia. La buena trayectoria del catalán este año, cuando ha alcanzado los cuartos del US Open ante Novak Djokovic, no ha sido suficiente para que Corretja apostara por él para el primer partido que abre la eliminatoria. Sí estará el gerundense en dobles el sábado (a partir de las 16.00 horas), a no ser que se produzcan cambios-, junto a Marc López. En principio se enfrentarían a la pareja Molchanov-Manafov. El domingo (de nuevo desde las 14.00 horas), de ser necesario, la última jornada la abriría el Nadal-Dolgopolov, y la eliminatoria la cerrarían Verdasco y Stakhovsky.

España lleva 14 años invicta como local en la Copa Davis. Se le considera el mejor equipo de la última década cuando juega en casa. No pierde desde que el Brasil de Gustavo Kuerten ganara en Lleida en la primera ronda de 1999. Desde aquel pequeño tropieza en el camino, la selección ha encadenado 24 eliminatorias consecutivas alzándose con la victoria en casa. Unos números de récord para la competición más importante por equipos nacionales que existe en este deporte.