ACCESO RESTRINGIDO

Unos islotes perdidos en el Atlántico enfrentan a Lisboa y Madrid

Portugal llevará a la ONU el conflicto por estos pequeños territorios al norte de Canarias

LISBOA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Son unos pequeños peñones que se sitúan a menos de 400 kilómetros de las costas lusas pero se han colado en la sede de Naciones Unidas. Y es que Portugal llevará ante la ONU su demanda de extensión de zona exclusiva alrededor de las islas Selvagens (Salvajes) algo que no comparte el Gobierno español. "Portugal reiterará por escrito su posición ante Naciones Unidas", ha indicado un portavoz del ministerio de Relaciones exteriores portugués, sin dar más detalles.

El Ejecutivo reaccionó así a una información publicada por el diario portugués 'Diario de Noticias', según el cual había resurgido un diferendo jurídico entre España y Portugal sobre territorios. Según la publicación, el ministerio de Exteriores español envió una carta a la ONU en la que afirma que es inaceptable reconocer el estatuto de islas a ese pequeño archipiélago, como defiende Portugal. Lisboa pide una extensión de su zona económica exclusiva, abriéndole la posibilidad de una explotación del litoral hasta 370 km de sus costas.

Para Madrid, esos territorios son peñones deshabitados, que facilitan a Portugal ejercer solo una competencia de mar territorial en una franja del mar que puede extenderse a 12 millas marinas (unos 22 km) de sus costas. Las islas Selvagens, dos islas de origen volcánico en el océano Atlántico, están a 250 kilómetros al sur de Madera y a 165 kilómetros de las islas Canarias. Portugal tratará de lograr un acuerdo con España, según un responsable del gobierno portugués.

Acceso restringido

El acceso a las islas Selvagens es restringido. Para visitarlas, hay que hacer una petición previa ante el Parque natural de Madera que gerencia esos territorios. Estas islas, descubiertas en el siglo XIV, pertenecieron a varias grandes familias antes de ser compradas por el Estado portugués en 1971, que les atribuyó este mismo año el estatuto de reserva natural.

Hoy, esos territorios, que se han vuelto santuarios para especies de aves marinas, reciben con regularidad misiones de estudios científicos. La vigilancia de las islas es asegurada todo el año por dos guardias, que van allí a bordo de una fragata de la marina portuguesa. El presidente portugués Anibal Cavaco Silva visitó las islas en julio pasado. Es el primer jefe de Estado que pasa una noche en el lugar.