SITUACIÓN LÍMITE

La ONU empieza a analizar las pruebas recogidas en Siria

Ban Ki-moon pide que se acelere todo lo posible el análisis de las muestras

NUEVA YORK Actualizado: Guardar
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La ONU empezará a analizar hoy las pruebas recogidas en Siria sobre el presunto ataque químico del pasado 21 de agosto. "Únicamente la misión de la ONU está capacitada para establecer de forma imparcial y creíble los hechos sobre el uso de armas químicas basándose en las pruebas recogidas sobre el terreno", declaró ayer el portavoz jefe de Naciones Unidas, Martin Nesirky.

El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, afirmó ayer que su país tiene pruebas de que el régimen sirio usó gas sarín en el supuesto ataque con armas químicas en la periferia de Damasco del pasado 21 de agosto, aunque dichas pruebas no parecen satisfacer a Rusia, uno de los principales valedores del régimen de Bachar el-Asad. "Lo que ha sido mostrado antes y recientemente por nuestros socios estadounidenses, así como por los británicos y los franceses, no nos convence en absoluto", ha declarado el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, añadiendo que hay "muchas dudas" acerca de las imágenes del supuesto ataque publicadas en internet. Lavrov ha acusado a los países occidentales de ocultar comentarios de "muchos expertos" que han expresado "serias dudas" acerca de la validez del vídeo filmado tras el supuesto ataque. "Y cuando uno solicita pruebas más detalladas, dicen que todo es secreto y que no pueden mostrarlas. En consecuencia no hay hechos suficientes para los propósitos de esa cooperación internacional", ha añadido.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió al responsable de la misión que investigó ese presunto ataque, el sueco Aka Sellström, que acelere todo lo posible el análisis de las muestras recogidas. Ban habló ayer por teléfono con Sellström, que llegó con su grupo a La Haya tras permanecer en Siria entre el 19 y el 31 de agosto, quien le explicó que todos los preparativos para clasificar las muestras "progresan bien" y que serán enviadas hoy a diversos laboratorios para su análisis, según explicó Nesirky. Sellström añadió que dos funcionarios sirios estuvieron presentes "durante todo el proceso", que se realizó de acuerdo a los estándares de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ, con sede en La Haya).

Resultados "lo antes posible"

Ban solicitó al experto sueco que "se acelere el análisis" de las muestras y de la información que se obtenga, aunque "sin poner en peligro" la obtención de resultados científicos precisos. Además, el secretario general reclamó que se le transmitan los resultados "lo antes posible", y discutió con Sellström posibles formas de "acelerar el proceso", añadió Nesirky. Los análisis podrían tardar "hasta tres semanas", según indicó la OPAQ en un comunicado divulgado en su página de internet el sábado, pero Nesirky señaló que la ONU no va a establecer ningún calendario.

Ban también habló por teléfono con el ministro de Exteriores de Francia, Laurent Fabius, cuyo país es por ahora el único dispuesto a unirse a Estados Unidos en un ataque de represalia contra el régimen de Damasco, aunque el portavoz no ofreció detalles de esa conversación. El secretario general de la ONU, quien se reunió el pasado viernes con los cinco miembros permanentes (con derecho a veto) del Consejo de Seguridad, hará lo mismo con los diez miembros no permanentes, posiblemente el martes antes de viajar a San Petersburgo (Rusia) para al cumbre del G-20.

Nesirky señaló que Siria será un asunto importante de las reuniones del G-20, y -preguntado acerca de si Ban tendrá bilaterales con los presidentes de Estados Unidos o Rusia (Barack Obama y Vladímir Putin respectivamente), que encabezan posiciones divergentes sobre el conflicto sirio, no pudo avanzar con qué líderes se reunirá el secretario general.

Damasco pide a Ban que evite un ataque

Mientras tanto, el Gobierno sirio ha solicitado a Ban Ki-moon, que evite un ataque contra el país y que trabaje para lograr una solución política a la crisis, según ha informado la agencia estatal siria de noticias, SANA. El enviado sirio ante el organismo internacional, Bashar al Jaafari, ha enviado dos cartas idénticas a Ban y a la presidenta 'pro tempore' del Consejo de Seguridad, la argentina María Cristina Perceval, en las que ha pedido a este órgano que "mantenga su papel de válvula de seguridad para evitar un absurdo uso de la fuerza fuera del marco de la legitimidad internacional".

"El Gobierno sirio advirtió, hace más de un año, contra los graves riesgos de la posibilidad de usar materiales químicos por parte de grupos terroristas en Siria ", ha sostenido Al Jaafari. " Siria ha informado a través de cartas oficiales al secretario general de la ONU y al Consejo de Seguridad sobre las actividades de estos grupos, que coincidieron con una campaña política, diplomática y mediática liderada por algunos países que son directamente responsables del derramamiento de sangre en Siria y de la incapacidad de alcanzar una solución pacífica para acusar al Gobierno del uso de este armamento", ha agregado.

En este sentido, ha rechazado una vez más que Damasco haya hecho uso de este tipo de armas y ha resaltado que "el Gobierno fue el primero en pedir a Ban que creara un equipo investigador objetivo para investigar el uso de estas armas en (la localidad de) Jan al Assal, ubicada en Alepo".

Al Jaafari ha subrayado que algunos países "hostiles" han lanzado "una campaña para acusar al Gobierno del uso de agentes químicos, a pesar de que el Ejecutivo ha permitido a la misión de la ONU a visitar la zona en la que se han usado estos agentes". Por otra parte, ha dicho que las pruebas presentadas por John Kerry "son una justificación para lanzar una agresión militar contra Siria sin ceñirse al Derecho Internacional y a la ONU", motivo por el que ha pedido a Washington que "no ignore la carta de Naciones Unidas". Además, ha criticado a Kerry por dar por ciertas "historias falsas fabricadas por los terroristas hace más de una semana", al tiempo que ha destacado que la información y el balance de muertos presentado por el secretario de Estado estadounidense son "completamente falsos".